El último verano antes de todo, de Jota Linares

Cuando veo que la trama de una novela se desarrolla en un escenario cercano al lugar del que soy, lo considero un aliciente más para sumergirme en su lectura. No pienso que se trate de una cuestión chovinista. Es más la atracción de imaginar relatos extraordinarios en paisajes familiares donde se me hace difícil ubicar hechos que escapan a la cotidianidad. Esto me hace ver mi entorno de forma diferente; más interesante.