Abril es uno de mis meses favoritos del año. Los días comienzan a ser más largos, el calor se deja entrever entre las heladas matutinas y los chaparrones, las flores empiezan a asomarse y la promesa del verano está cada vez más cerca. Sin embargo, hay una cosa que todavía lo hace más especial: el 23 de abril, el día del libro. Siempre me ha parecido fascinante esta festividad: un día en el que los libros y las rosas son los completos protagonistas. Yo, como voraz lectora, se lo dejé claro a mi madre desde bien pequeña: necesitaba celebrar el día del libro. Y así fue, no hay 23 de abril en el que no me despierte y tenga por aquí una nueva novela acompañada de una rosa.
Y como me parece una tradición preciosa, no quería perder la oportunidad de hablaros de una autora que tiene tres libros maravillosos que son una buena opción para hacer un pequeño regalo en este día tan especial. Se trata de Piluca Ruiz, una autora de la que ya he hablado por aquí en alguna que otra ocasión y cuyas obras merecen ser conocidas y leídas. Dicho esto, voy a dejarte un pequeño resumen de sus tres libros publicados hasta la fecha para que puedas descubrirla un poco mejor.
Me metí en la obra de Piluca Ruiz gracias a El puente de una sola orilla. Fue un libro muy especial para mí, no solo por la historia que contaba sino por la calidad con la que estaba escrita. La autora tiene una narrativa muy cuidada que hace que el lector se sienta como en una barca que se mece al son de sus palabras. La historia de este libro nos lleva a la posguerra española y comienza con un mensaje doloroso en el que se dice que el novio de Paulina, una de las protagonistas, ha muerto en la guerra. El problema viene cuando ese mensaje se queda en manos de Mauricio, que está enamorado perdido de Paulina y hace que se debata entre contarle la verdad a la chica o no. Si se lo cuenta lo tendrá más fácil para conquistarla, pero si le dice el contenido de la carta la hará sufrir; y eso es lo último que querría en el mundo. Así que a Mauricio no se lo ocurre otra cosa que hacerse pasar por el novio muerto y seguir mandándole cartas a Paulina para conquistarla de esa manera. A estas alturas, lector, ya te habrás dado cuenta de lo peligrosa que es esa decisión, ya que las mentiras tienen las patas muy cortas y, en algún momento u otro, Mauricio tendrá que terminar contando la verdad.
Esta novela, a parte de tener esta premisa tan original, tiene la facultad de convertir al lector en juez, ya que tendrá que decidir qué le parece la conducta de Mauricio y, al final, qué habría hecho él mismo si estuviera en su situación. El puente de una sola orilla me parece una novela perfecta si estás buscando un libro que hable de una saga familiar, con drama, historia, amor y misterio como hilos conductores.
Pero tal vez la novela no sea lo tuyo y prefieras los relatos breves. En ese caso te propongo La obra póstuma de Sabino Portolés. Dentro de este libro encontramos once relatos contados desde diferentes voces narrativas y que exploran los sentimientos más cotidianos y más profundos. Todos ellos tienen algo en común: la cotidianidad de lo que cuentan. Piluca Ruiz toma personajes muy humanos y los hace pasar por diferentes escenarios para ver cómo reaccionarían. El resultado es asombroso, porque nos da diálogos reales que pueden ser divertidos, desgarradores, gamberros o irónicos. Esta forma de jugar con el lenguaje hace que el lector quiera seguir leyendo relato tras relato para conocer las historias que se esconden detrás de esos diálogos que llaman la atención desde el primer momento. Mi relato favorito es uno que se llama Muchacha desconocida al pie de la catedral, tal vez porque está contado en primera persona y eso hace que conecte muchísimo más con lo que se está contando.
Sin duda, La obra póstuma de Sabino Portolés te gustará si te llama la narrativa breve, las historias humanas y personales y los ritmos rápidos.
Para terminar, me gustaría hablar del último libro que he leído de ella: La viuda del gobernador. De esta novela tengo un recuerdo muy claro, y es que la leí cuando estábamos en plena cuarentena. En esos días devoré un libro tras otro y agradecí en el alma ser una apasionada lectora, porque si no hubiera tenido los libros como refugio, no sé qué habría sido de mí y de mi salud mental. En esto me ayudó muchísimo Piluca, porque me regaló una historia que me tuvo atrapada durante un tiempo y que hizo que no pensara en nada más que en sus personajes y en lo que tenía que contarme.
Este libro nos lleva a una nación imaginaria donde conoceremos a Ángel Cacho, el protagonista. Este hombre recibió una educación muy especial por parte de su madre, que creía que los valores que se tenían en la sociedad eran erróneos. Pero eso decidió educar a su hijo con unos valores, a su juicio, correctos. La suerte del destino hizo que nuestro protagonista consiguiera llegar a un puesto importante dentro del Gobierno, un puesto que le permitiría compartir esos valores e incluso imponerlos.
La viuda del Gobernador se convierte así en una historia muy interesante en la que el lector se estará preguntando todo el rato qué pasará a continuación, en qué se convertirá esa bola de nieve que el protagonista está creando. En mi opinión, es la obra más original de la autora quizás por su contenido filosófico, ya que dará muchísimo que pensar al lector y que le hará juzgar, como en los otros libros anteriores.
Como veis, la obra de Piluca Ruiz es muy variada y versátil, ya que dentro de sus tres obras podremos encontrar unas cosas u otras dependiendo de lo que estemos buscando en un momento determinado. Yo tengo que ser sincera y quiero terminar diciendo que he disfrutado muchísimo de cualquiera de sus tres obras, ya que en cada una de ellas he encontrado algo que no sabía que buscaba hasta que no empecé a leer. Y por eso os animo a todos a conocer sus libros y a dejaros llevar por su maravillosa prosa, que está esperando, todo lo pacientemente que puede, a ser leída y disfrutada.