7 libros de miedo y oscuridad escritos por autoras latinoamericanas

Destacamos a siete autoras hispanoamericanas cuyo género roza el terror y lo siniestro. Escritoras que han triunfado con esquemas similares pero con voz propia.

Alguien camina sobre tu tumba de Mariana Henríquez

Mariana Enriquez se pasea y nos pasea por cementerios de medio mundo: una propuesta fascinante que va mucho más allá de lo macabro.

Este libro reúne una serie de muy particulares crónicas de viajes por medio mundo. La autora recorre países y continentes para visitar algo muy concreto y acaso inusual: cementerios.

Desfilan por estas páginas camposantos célebres y cargados de historia como el de Montparnasse de París, el de Highgate en Londres o el cementerio judío de Praga, y otros recónditos, decrépitos, remotos o secretamente bellos. Asoman tumbas de personajes famosos –la de Elvis en Memphis, la de Marx en Londres…–, epitafios extravagantes, esculturas dolientes, ángeles sensuales, rastros de vudú en Nueva Orleans, escritores románticos, criptas góticas, catacumbas, esqueletos, vampiros, fantasmas y una inagotable retahíla de leyendas e historias: el poeta enterrado de pie, la tumba del caballo fiel, el cementerio inundado…

La sed de Marina Yuszczuk

En el nuevo mundo por enésima vez recién descubierto de las mujeres, “La sed” se interna para poner una distancia: de menor a mayor, especie contra género en la taxonomía de los reinos. Una vampira llega a las costas de la Buenos Aires decimonónica para ver por segunda vez en su vida cómo las aldeas se vuelven una ciudad cosmopolita. Es el ocaso de las bacanales de sangre, de la Europa en que se puede matar y comer a destajo. Hay que adaptarse, mezclarse con los humanos, ser discreta. En el otro extremo de la novela, una mujer contemporánea pasea con su hijo por el cementerio de la Recoleta y vive un poco inquieta su modesta emancipación. El encuentro entre el mortal aburrimiento de la una y el gótico a destiempo de la otra desencadena la hermosa novela que deja caer todo el peso de la muerte tumultuosa del pasado porteño sobre las pasiones familiares en sordina del presente.

Kentukis de Samanta Schweblin

Casi siempre comienza en los hogares. Ya se registran miles de casos en Vancouver, Hong Kong, Tel Aviv, Barcelona, Oaxaca… y se está propagando rápidamente a todos los rincones del mundo. No son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema -se dice en las noticias y se comparte en las redes- es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de alguien que vive en Sídney, ni una persona que vive en Bangkok desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires. En especial cuando esas personas que dejamos entrar a casa son completamente anónimas.

Los personajes de esta novela encarnan el costado más real -y a la vez imprevisible- de la compleja relación que tenemos con la tecnología, renovando la noción del vouyerismo y exponiendo al lector a los límites del prejuicio, el cuidado de los otros, la intimidad, el deseo y las buenas intenciones. Kentukis es una novela deslumbrante que potencia su sentido mucho más allá de la atracción que genera desde sus páginas. Una idea insólita y oscura, tan sensata en sus reflejos que, una vez que se entra en ella, ya no se puede salir.

Malasangre de Michelle Roche Rodríguez 

Malasangre es una novela histórica sustentada en una novela de formación que coquetea con el gótico. Cuenta la historia de  Diana, una chica cuyo desarrollo y su apertura a la vida se producen en la Caracas de principios del siglo XX. 

La simbología de la sangre atraviesa la sexualidad de la protagonista y el momento de ese desarrollo. El padre hematófago transmite la «enfermedad» a su hija abocándala a un futuro tan incierto para sus progenitores como excitante para la joven. 

Está ambientada en la época de 1920 que es cuando se encuentra el primer pozo petrolífero que determina a Venezuela como una gran potencia productora. En ese momento se articula, a través de la dictadura de turno, un estilo de gobierno basado más en una relación parasitaria en la que todos se benefician de las riquezas del petróleo marcando las diferencias entre los que tienen y los que no. 

Mugre rosa (Mapa de las lenguas) de Fernanda Trías

En una ciudad portuaria asolada por una plaga misteriosa, una mujer intenta descifrar por qué su mundo se desmorona. No es sólo el acecho de la enfermedad y la muerte, las algas y los vientos pestíferos, los amasijos rosáceos que son ya lo único que se puede comer, sino el colapso de todos sus vínculos afectivos, la incertidumbre, la eclosión de una soledad radical.


«Mugre rosa es una metáfora poderosísima de un mundo afectivo en crisis, donde todo está a punto de hundirse […]. El lenguaje está cargado de aliento poético, y al mismo tiempo es concreto, sabiamente apoyado en los detalles. La lectura de esta novela singular resulta a la vez estimulante y perturbadora, y después de cerrarla sus imágenes seguirán persiguiéndonos por mucho tiempo, con su carga de belleza y melancolía. Realmente extraordinaria.»

«A mitad de camino entre una distopía clásica como 1984 o Fahrenheit 451 y una de las magníficas novelas de catástrofes de J.G. Ballard como El mundo sumergido o La sequía, Mugre rosa cuenta la historia de una mujer y su soledad, de un cataclismo ecológico y un mundo arruinado, de la maternidad, el hambre y el silencio. […] Fernanda Trías ha creado un espejo en el que se mira este tiempo tan extraño que nos tocó vivir, y nos ha regalado a sus lectores de siempre la mejor de sus novelas.»

Nuestro mundo muerto de Liliana Colanzi

Una mujer en una misión de colonización en Marte, un joven poseído por el impulso asesino de un indio mataco, un chico que dice comunicarse con gente del espacio, una nana ayorea a la que le gusta comerse los piojos y asegura que los muertos nunca se van. En los bordes de la ciencia ficción, lo fantástico y lo pesadillesco, estos cuentos exploran, con una mirada alejada de todo exotismo, la idea de la muerte en las grietas del mestizaje, allí donde la idiosincrasia indígena y su historia de explotación chocan con la vida moderna y urbana.

Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica

La súbita aparición de un virus letal que ataca a los animales modifica de manera irreversible el mundo: desde las fieras hasta las mascotas deben ser sistemáticamente sacrificadas, y su carne ya no puede ser consumida. Los gobiernos enfrentan la situación con una decisión drástica: legalizando la cría, reproducción, matanza y procesamiento de carne humana. El canibalismo es ley y la sociedad ha quedado dividida en dos grupos: los que comen y los que son comidos.

Marcos Tejo, encargado general del frigorífico Krieg, separado de su esposa y a cargo de su padre, es un oscuro burócrata. El día en que recibe como regalo una mujer criada para el consumo, las tentaciones lo transforman en una conciencia peligrosa de pliegues truculentos que lo llevará a transgredir las nuevas normas hasta límites que la sociedad desconoce.

¿Qué resto de humanidad cabe cuando los muertos son cremados para evitar su consumo? ¿Quién es el otro si, de verdad, somos lo que comemos?