El burro delante para que no se espante. Con este dicho u otros similares se suele censurar a quien, en una enumeración, se nombra a sí mismo en primer lugar, gesto que parece descortés. Pero, modestia aparte, ¿es incorrecto, desde el punto de vista lingüístico, decir yo y Santiago en vez de Santiago y yo?
No, no es incorrecto ni lo ha sido nunca, aunque las normas de urbanidad aconsejen mencionar primero al otro. De hecho, no es nada difícil encontrar, en prestigiosos autores de todas las épocas, ejemplos en los que el pronombre que designa al hablante es el primero de una serie, larga o corta, de elementos coordinados.
Hay ocasiones, incluso, donde el orden adecuado viene determinado por el contexto y puede ser relevante no citarse en último lugar. Si alguien nos dice Las primeras en llegar a la meta fuimos yo, Eva y Ana, interpretaremos que nuestra interlocutora ha ganado la carrera; si se cita en segundo lugar, lo lógico es pensar que ha llegado en segunda posición.