En un último esfuerzo artístico, un escritor gravemente enfermo concibe un texto que constituye un testimonio visceral y a veces perturbador de sus experiencias, y de la lucha del ser humano por la dignidad en circunstancias extremas.
Durante generaciones y generaciones—observa Italo Calvino en el prólogo de esta edición—lo único que han hecho las mujeres de la tierra ha sido esperar y sufrir.
Rebuscando entre los negocios que puedan reportar ganancias fáciles Stasiuk nos presenta a sus protagonistas Paweł y Władek. La venta de ropa de “calidad” a quienes nunca la han tenido se ofrece como una salida para el día a día. Bajo esta premisa el autor de “Cuentos de Galitzia” les hace viajar por Polonia, Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Hungría, Ucrania y hasta Viena para sacar adelante su mercadeo.
El escritor húngaro László Krasznahorkai acaba de recibir el Premio Man Booker International a toda su trayectoria literaria
La oportunidad para sumergirse en la narración bélica por excelencia, y de asombrarse con la fuerza de unos versos y el dramatismo de una historia más cercanos y conmovedores de lo que su fecha de composición podría sugerir.
El autor utiliza el escenario de Atenas para reflexionar sobre su proyecto democrático de ciudad comparándolo con lo que tenemos hoy día, algo que tiene poco que ver con aquel proyecto y que está siendo minado sistemáticamente en aquellos mismos lugares donde se estableció.
Una lectura a todas luces implicadora, dura más reconfortante. Una variante para el ‘homo homini lupus’, que diría Hobbes (popularizando la frase de Plauto) para quien el hombre hallará, siempre, en el otro, la causa de tantos de sus males.