Una satírica visión feminista del caos que vivimos
A los 35 años, Ada se gana la vida con su gran imaginación: por la noche sueña con aparatos e inventos inexistentes que un exnovio vende a empresas y por el día mata las horas en el Instituto de Estudios Interdisciplinares sobre el Ser Humano, organismo público tan absurdo como los proyectos que desarrolla, todos ellos inútiles.