Es complicado realizar una reseña del libro para que puedas hacerte una idea de su contenido. Realizaré un recorrido por las cinco familias protagonistas para tener una idea de “los pilares” sobre los que se cimenta la narración.
Los Williams, la familia galesa, serán los primeros protagonistas. Su historia comienza el 22 de junio de 1911, el día en el que el que Jorge V fue coronado rey. Billy Williams cumple ese mismo día 13 años de edad y bajará por primera vez a la mina, donde también trabaja su padre David, un socialista sindicalista y temeroso de Dios. Esta familia nos hará descubrir las duras condiciones de vida de los mineros, sus luchas y huelgas en defensa de sus derechos. También asistiremos al enfrentamiento de Billy con el legalismo religioso de su padre, ya que el joven, con la Biblia en la mano, señala que “nuestra fe habla de redención y piedad, no de guardarse las cosas dentro y castigar a los demás”. Este conflicto dará lugar a episodios y reflexiones de gran interés.
Ethel, hermana de Billy, a la que éste adora, será el nexo de unión con la familia inglesa de los Fizherbert. El conde de Fitzherbert, al que llaman Fitz, es un joven de 28 años, que ocupa el noveno lugar entre los hombres más ricos de Gran Bretaña. Es el heredero de la explotación de las minas de carbón donde trabajan los Williams. Tenía gran apego por las tradiciones y el orden establecido. Su esposa Bea, princesa rusa, es una mujer de carácter irascible, egoísta, “concentraba todas sus energías en complacer sus propios antojos y en salirse siempre con la suya”.
Los Fitzherbert se preparan para la visita a su casa de campo del rey Jorge. Fitz prepara una velada con jóvenes de diferentes países, distinguidos, la élite dirigente del futuro y cuida todos los detalles para que nada salga mal. Fitz ve esta visita como una oportunidad para comenzar su gran sueño, fundar una “insigne dinastía anglorrusa cuyo dominio se extendiese hasta los últimos confines de la Tierra”. Para ello necesitaba un heredero, pero el bebé deseado no terminaba de llegar. Justo antes de que llegue el rey, enferma su ama de llaves y se hará cargo de todos sus preparativos su ayudante, Ethel Williams. Fritz, un mujeriego sinvergüenza, no tardará en fijar sus ojos en la sirvienta.
Además, Fritz tiene una hermana, Maud, con la que le une una estrecha relación al quedarse huérfanos y tenerse únicamente el uno al otro, pero cuyas ideas liberales y feministas les enfrentan y pueden estropear la velada. Finalmente, la cena resulta todo un éxito y en la velada posterior se produce una interesante conversación sobre la situación del continente europeo al borde una guerra. Tres de los participantes en esa velada, el americano Gus Dewar y los primos Walter y Robert von Ulrich (alemán y austriaco, respectivamente) nos adentrarán en otras dos familias protagonistas.
Gus, hijo del Senador Cameron Dewar, es un joven atrevido, sin pelos en la lengua, que se encuentra realizando un viaje por el mundo y que a su vuelta a Estados Unidos pasará a formar parte de los consejeros del presidente. Es un “animal político” al que “nada fascinaba tanto como las relaciones entre naciones, el odio y las amistades, las alianzas y las guerras”.
Por otra parte, tenemos a los von Ulrich. Walter es agregado militar de la embajada alemana en Londres, una figura emergente, un patriota que “sentía de forma apasionada que no existía vocación más alta que servir a su país”. Consideraba que el ejército alemán tenía que estar a la vanguardia de la tecnología y el armamento. Tenía una mentalidad abierta, aunque también a veces era convencional y mantenía una relación sentimental con Maud, hermana de Fritz.
Finalmente, conoceremos a la quinta familia, en Rusia, durante un viaje de Gus y Fritz. Grigori Peshkov, obrero metalúrgico, tiene un trágico pasado relacionado con la princesa Bea. Se había convertido en cabeza de familia con 16 años. Es un hombre honesto y digno de confianza, trabaja duro y serio en contraste con su hermano Lev, informal, egoísta y siempre al margen de la ley. Grigori había hecho de padre y madre para él. Grigori sueña con ir a trabajar a Nueva York, confiado en que todo en Estados Unidos será muy diferente a Rusia, creyendo que allí podrá encontrar la justicia y la igualdad que en su país brilla por su ausencia. Sus ilusiones se vendrán abajo al tener que realizar un sacrificio por amor de a su hermano, renunciando así a sus sueños. Lev, con remordimientos, intentará devolverle el favor a su hermano, aunque su carácter y sus vicios no le ayudarán a conseguirlo.
La novela comienza con un ritmo lento y poco a poco, de forma magistral, el autor nos va presentando a los protagonistas de las cinco familias, descubriendo las relaciones entre ellos y tejiendo las intrigas, odios, amores y desamores que se irán desarrollando a lo largo de la historia de forma apasionante. También iremos conociendo a los héroes y a los villanos, pertenecientes a diferentes clases sociales, desde la nobleza hasta el más pobre obrero, que protagonizarán todo tipo de episodios que nos engancharan mientras asistimos a un despliegue de injusticias, abusos de poder, antisemitismo, luchas heroicas, traiciones, desigualdades entre clases sociales y sexos, defensa por los derechos de las mujeres, racismo, etc. Descubriremos las injusticias de un mundo en el que unos pocos poderosos protagonizan un “juego de poder que se libraba en el tablero internacional” y cuyas decisiones afectarán a los ciudadanos de a pie y a los más pobres, que pagarán las consecuencias de decisiones en muchos casos irracionales.
En el transcurso de los acontecimientos que desembocaron en la guerra, descubriremos a personajes que se dejaron la piel para evitar la contienda y a otros que anhelaban que estallara el conflicto. Tristemente, como ya sabemos, los que apoyaban la guerra triunfaron definitivamente, sumiendo al continente en un conflicto sangrante. De la mano de algunos de los personajes asistiremos a conversaciones y encuentros con las figuras históricas claves del momento, también al juego de espionaje entre los servicios secretos y viajaremos también al frente de batalla, viviendo en primera persona el horror , la brutalidad y la sinrazón de esta guerra de trincheras, produciéndose episodios casi surrealistas, como una confraternización entre soldados ingleses y alemanes que provoca la alarma entre sus superiores. También seremos testigos del triunfo de la revolución en Rusia, cuyo momento culminante afectará a varios de los personajes, especialmente a Grigori, a quien acompañaremos en una serie de episodios llenos de tensión, crueldad y dramatismo. Será una parte final del libro en la que las figuras de Lenin y Trotski cobrarán un papel protagonista.
El juego de alianzas y rivalidades entre los diferentes países está descrito de forma excelente y la novela irá narrando cómo el desarrollo de los acontecimientos a nivel internacional creará serios conflictos y rivalidades en las relaciones familiares y sentimentales de los protagonistas. Los caminos de los miembros de las diferentes familias se irán cruzando de forma original y convincente como piezas de un puzzle que se va componiendo a lo largo de la novela.
Llegaremos a un final plagado de episodios emotivos , con un Tratado de Versalles cuyas estipulaciones humillantes para Alemania desembocaron en la Segunda Guerra Mundial y que, como señalé al principio de la reseña, sus consecuencias llegan hasta la actualidad.
El único pero que le encuentro a la novela son las excesivas escenas de sexo gratuito y en muchas ocasiones, zafio, que no aportan nada a la narración. Pero, hecha esta salvedad, estamos ante una gran novela en la que el autor, como ya ocurrió en “Los pilares de la tierra”, y algo menos en “Un mundo sin fin”, demuestra tener una capacidad magistral para tejer historias protagonizadas por personajes que representan las grandes virtudes y miserias del ser humano.
Ya sólo queda esperar a la publicación del siguiente título de la Trilogía…
Miguel Ángel Gómez Juárez https://megustan-loslibros.blogspot.com/
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Ayer lo compré para la Biblioteca pero, antes de leerlo, va “Nueva York” de Edward Rutherfurd. Por lo que veo, es en el fondo la Historia del siglo XX. A mí Follett no me gusta pero me interesa ver cómo ha tratado al siglo XX.
¡Hola Miguel Ángel!
Estoy completamente de acuerdo contigo en que una de las mayores virtudes de Follet es crear personajes que reflejan perfectamente a la sociedad humana. Me quedo con eso de tu reseña. ¡Gracias!
Este me empiezo en navidades.
Que ganas.
Llevo con el libro más de dos semanas; y no lo he empezado por dos razones : 1º que es muy gordo ( jajaja ) y necesitaré tiempo para leerlo y 2º que me gusta tanto Ken Follett que me da miedo de desilusionarme con un tema tan distincto a sus otras obras .
Pero despues de ver tus comentarios estoy un poco más animada, asi que antes de Navidad lo habré leido seguro ( para prestarlo luego a mis hijas )
Besos desde Málaga.
( en mi blog hay una entrada sobre Ken Follett, por si te interesa leerla )
“los pilares de la tierra” fue sin duda el libro que mas me gustó e impactó cuando tenia 20 años, todo lo que he leido posteriormente de Follet me ha decepcionado, incluido “un mundo sin fin” hasta que leí este libro..lo empece con miedo y pocas expectativas y reconozco que me ha gustado bastantes…estoy deseando que salga la segunda parte.