La subtrama presenta a un magnate de la economía francesa, un abuelete ya, quemado dentro de su Mercedes con el método y las artes de un conocido pirómano parisino. A Adamsberg su nariz le dice que el chico de la gasolina es inocente y se enfrentará hasta al ministro del interior para defenderlo.
La primera trama derivará en el viaje a la comarca de Ordebec de la mayoría del equipo cuyos integrantes sufrirán diversos percances mientras el ejército furioso cumple con sus promesas poco a poco sin que los policías puedan hacer nada. La trama parisina enredará el cuello del comisario cuyo puesto está en peligro más que nunca.
Vargas ha escrito una de sus mejores obras. El equilibrio entre tramas es muy del gusto de lector, pues aunque la parisina es más importante, la comarcal es más atractiva, siendo la primera refresco de la mente de la segunda a la par que complemento. El grupo de secundarios de sus obras Danglard, Veyrenc, Retancourt forman un equipo heterógeneo que aporta contenidos individualizados a cada escena. Mientras Adamsberg (perdonen la intrusión pero para mí es Alfredo Landa en El crack) acumula en su mente detalles para tirar del anzuelo y sacar a flote conclusiones, Danglard se basa en la historia y el conocimiento para alcanzarlas. Veyrenc pulsará la tecla del código y la norma policíaca y Retancourt, la chica grande, sirve para todo. Imaginación, investigación y un gran conocimiento de las relaciones humanas son las claves de sus obras.
Trama, equipo, anécdotas, escenas trágicas, cómicas suponen tal acumulación de alegrías que el lector inmerso en la obra es incapaz de soltarla, quien no desea que termine nunca
La obra más madura, entretenida e interesante de Fred Vargas en la que se percibe que disfruta tanto o más escribiendo que nosotros leyéndola.
Pepe Rodríguez
Muchas gracias por este espacio. Me va a tener que tocar la lotería para tanto libro como quiero.
Te sigo por correo electrónico, y espero encontrarme siempre tus post y reseñas según abro el messenger; me gustan mucho.
De nuevo, gracias. Un saludo.
Buena reseña para una buena novela, pero se agradecería un comentario sobre la traducción… Fred Vargas no tiene un lenguaje fácil.