Ya hemos reseñado anteriormente obras de H.P. Lovecraft en esta web, y sigo sin cansarme de alabar la exquisita prosa que surgía de la pluma de este autor. En este relato, escrito en 1927 y publicado en la revista Amazing Stories ese mismo año, Howard Phillips utilizó ese estilo tan suyo de narrador en primera persona, como era habitual en su obra, impregnando a la historia de una pátina de misterio e incertidumbre que sabía transmitir tan bien. A pesar de que aquí no aparece la criatura explícitamente, permanece fiel a su género de “Terror Cósmico”, centrando esa sensación de miedo y desasosiego a las consecuencias y hechos provocados por la llegada de ese color a la Tierra.
Esta historia en la que un joven ingeniero nos narra los hechos acontecidos en las colinas de Arkham, al que a su vez se los contó un viejo llamado Nahum, testigo principal de la pesadilla vivida por la familia Gardner. La cual vivía plácidamente, hasta que una noche un meteorito se estrelló cerca del pozo de su granja. Tras desquebrajarse, de su núcleo brotó un color nunca visto, que se desvaneció tan sutilmente como apareció. A medida que pasa el tiempo, dicha tonalidad empieza a fundirse en las profundidades del pozo y sus aguas, provocando que se propague por la vegetación, animales y seres humanos, causando en ellos cambios tanto físicos como mentales que conducen al desmoronamiento y la locura.
Este relato tan sugerente ya resulta inquietante para todo aquel lector que se sumerja en sus páginas, pero de repente llega el sello Libros del zorro rojo y decide, con la colaboración de distintos ilustradores, plasmar a través de sus dibujos las sensaciones que trasmitían estas lecturas. Para “El color que cayó del cielo” cuentan con Salvador Sanz, y qué ocurre cuando juntamos a uno de los mejores narradores de terror de todos los tiempos con uno de los mejores ilustradores actuales. Que aunque parezca imposible, se mejora lo inmejorable. Salvador, es un ilustrador argentino que a pesar de su juventud lleva más de media vida en esto de darle al rotulador. Legión, Desfigurado o Nocturno son solo algunos ejemplos de la maravillosa obra surgida de sus manos. Este también ganador del Premio al Mejor Cortometraje Animado en la Comic-Con Internacional de San Diego en 2006 ha conseguido captar y transmitir a través de sus dibujos la ansiedad, desazón y miedo que emana el relato. Con dibujos que no te atreverás a mirar de noche en soledad, consigue plasmar la esencia que Lovecraft transmitía con palabras.
Lástima que se trate de un cuento tan corto, y nos sepa tan a poco este bonito libro, con estas ilustraciones que resultan tan atractivas como terroríficas, no en vano Salvador ha sido definido como el creador de los monstruos más bellos. Y aparte de disfrutar de esta obra, sirva como carta de presentación para el resto de libros ilustrados que esta editorial ha lanzado del mismo autor, así como de la obra de Salvador Sanz, cuya trabajo hay que admirar desde ya.
Libro que ha de estar en la estanterías de todos los aficionados al escritor creador del terror cósmico, independientemente de que ya posea otras ediciones, pero que no estarán completas sin los dibujos de Salvador Sanz. Pero también debe estar en las estanterías del aficionado que sepa apreciar y reconocer el gran arte de la ilustración.