Meditaciones en el desierto de GAZIEL
UNO DE LOS MEJORES PERIODISTAS ESPAÑOLES DEL SIGLO XX
Un retrato lúcido y desgarrador de una de las épocas más decisivas de nuestra historia reciente
«Gaziel era un sabio». Josep Pla
Gaziel fue uno de los grandes nombres del periodismo español del siglo XX, compañero de generación de Josep Pla y Manuel Chaves Nogales. Obligado a abandonar el oficio tras las Guerra Civil, vivió un exilio interior de dos décadas en Madrid que dio lugar a este retrato lúcido y desgarrador de la posguerra.
En sus páginas aborda la transformación moral e intelectual del país durante aquellos años, en los que el idealismo fue tornándose pragmatismo, rayando el cinismo. Observa, también, el papel no siempre loable que interpretan grandes mentes de la época, así como la vida cotidiana en un Madrid repleto de personalidades. Gaziel no cesa en su empeño de entender el mundo que le rodea: el encaje de Cataluña en España y el de España en Europa, la lenta recuperación de las democracias europeas y la nueva relación del continente con Estados Unidos. Tampoco faltan referencias a lecturas de clásicos y agudas reflexiones sobre la historia de España o el cristianismo. El resultado es un libro capaz de iluminar una época decisiva de nuestra historia moderna.
«Meditaciones en el desierto es, además de un gran libro –a mi juicio, el principal libro de Gaziel–, todavía hoy un libro necesario. Hace tiempo que todo el mundo parece haber optado por la ambigüedad; este libro, ásperamente, es todo claridad». Pere Gimferrer
100 oficios para el recuerdo de MONESMA, EUGENIO
Un viaje por la España rural en busca de las labores del pasado
El recopilatorio definitivo de Eugenio Monesma, el realizador de documentales etnográficos que supera el millón de seguidores en YouTube.
Lejos de las prisas y el estrés que dominan nuestra vida cotidiana, este libro nos invita a detenernos para contemplar la España rural de nuestros abuelos a través de cien oficios —en su mayoría ya desaparecidos— que el etnógrafo Eugenio Monesma ha ido documentando a lo largo de sus más de cuarenta años de trayectoria profesional y que ha seleccionado minuciosamente aquí para deleite de los lectores.
Conoceremos a Olegaria, que con un pesado canasto a sus espaldas recorría a diario las extensas llanuras de los campos zamoranos para recolectar el barro que luego cocería en su horno de leña; a Casimir, forcaire de Lérida, que destinaba más de seis años a fabricar las horcas, utilizadas entonces para recoger la hierba y hoy convertidas en objetos decorativos; a Felisa, que en su casa de Huesca manejaba con habilidad los aparejos para transformar la lana de las ovejas en prendas de vestir; a Miguel, pelador de burros en Sevilla, y a muchas otras personas que se prestaron a compartir el proceso de los trabajos artesanales que con tanto esfuerzo desempeñaron, ilustrados todos ellos con fotografías que forman parte del archivo único del autor.
Un extraordinario homenaje a los hombres y mujeres que con sus manos sacaron adelante a las nuevas generaciones y cuyo legado merece ser puesto a salvo del olvido.
El príncipe de Palagonia de MACCHIA, GIOVANNI
Monstruos, sueños, prodigios en la metamorfosis de un personaje
El príncipe de Palagonia debe su fama a la villa de Bagheria, en Sicilia, conocida como la villa de los monstruos. Desde 1770, fueron muchos los viajeros que la visitaron y escribieron acerca de ella, y ya hacia 1780, pese a ser objeto de burla y desdén por parte de quien se sentía protegido por las leyes serenas del clasicismo, se había convertido en una de las paradas obligadas del viaje a Italia. Pero el presente volumen no está dedicado propiamente a la villa sino a su creador-propietario, hombre receloso, irónico, esquivo y un tanto enigmático. Obsesionado con la materialización de un sueño, se comportaba como un artista sin serlo, y su timidez y reserva en la vida privada contrastaban agudamente con la necesidad de maravillar, escandalizar, atemorizar, incluso de aterrar que delataba su obra. ¿Era acaso el príncipe un revolucionario del gusto que, desgarrado por una nostalgia de tiempos feudales, se lanzaba contra su propio siglo, sin servirse de la pluma ni de la espada ¿O se escondía en él una ambición burlona, una ideología secreta, una enfermedad, un amor por la venganza? En estas páginas Macchia sigue las extrañas transformaciones que convierten al príncipe en un personaje de cuentos fantásticos, explora el diagnóstico oficial de su locura y se confía –también él– a la fantasía cuando hace hablar al príncipe de las razones que presidieron su trato permanente con lo monstruoso en el diálogo que mantiene con uno de los muchos viajeros que visitaron su villa, en este caso un patricio veneciano, representante de una civilización antagónica. Señalando los límites, siempre bastante inciertos, de una geometría de lo imaginario, Macchia logra registrar las ideas, obsesiones y delirios de esta figura históricamente incontrolable, que junto con el marqués de Sade y Casanova conforman la tríada de personajes insólitos del Siglo de las Luces.
La joven artista de MRÉJEN, VALÉRIE
El arte puede ser algo alentador, una inspiración, un detonante; puede hacernos reír y, calando hondo en nosotros, puede hacernos ver el mundo desde otra perspectiva. Para Valérie Mréjen es, además, junto con la escritura, su modo de vida desde que se graduara en una prestigiosa Facultad de Bellas Artes a las afueras de París. En este recorrido circular por esa parte de su vida, Mréjen, la joven artista, deberá superar las pruebas de acceso a la escuela entre multitud de aspirantes, resistir frente a las reticencias de su entorno familiar –que prefiere que estudie algo que tenga salidas–, aprender a convivir con otros artistas, tratar de no copiar lo que le gusta, apañárselas para participar en algunas exposiciones, tener el don de la oportunidad y no caer en el desánimo. También habrá de lidiar con las frivolidades y los lugares comunes del mundillo del arte. Una divertida novela de aprendizaje, relato íntimo de una vocación y cuaderno de bitácora de sus descubrimientos artísticos, en la que Valérie Mréjen rinde homenaje a sus artistas favoritos y da cuenta de sus años de estudiante, algo que hace con su acostumbrado ojo clínico y con una prosa cortada al bisturí en la que lo caricaturesco y lo humorístico están impregnados de ternura y empatía por esos jóvenes, aspirantes a maestros en el arte de la vida, que todos hemos sido alguna vez.
Los regresos de VICO, JUAN
En una época en que la mayoría de nuestros actos cotidianos quedan registrados, nos atraen más que nunca aquellos personajes cuyas vidas permanecen llenas de huecos informativos, datos dudosos, hipótesis contradictorias, enigmáticos habitantes de mundos donde todavía era posible despistar a los biógrafos. Es el caso de Dino Campana, autor fundamental de la literatura moderna, el mayor poeta italiano del siglo xx, en opinión de Giorgio Agamben. A medida que vamos conociendo sus problemáticas familiares, sus fracasos académicos, sus peleas literarias, sus nebulosos amores, sus encierros y sus fugas, más escurridiza se quiere la figura de Dino Campana, a caballo siempre entre lo insólitamente veraz y lo supuestamente legendario. Frente a preguntas tan inevitables como la relación entre el talento y la locura, entre la escritura y la experiencia, entre el malditismo y la marginación, su torbellino vital nos convence de que no existen respuestas que no las empobrezcan. Juan Vico dibuja en estas páginas los rostros posibles del poeta nómada, el ‘Rimbaud italiano’, empujado a volver una y otra vez a las montañas de su pueblo natal, el diminuto centro de su universo. Lejos de la novela biográfica al uso, Los regresos nos ofrece, así, una novedosa visión del mito del artista genial atravesada de misterio y de lirismo, de ternura y de ironía, consciente de que toda vida real es, en gran medida, la suma de muchas vidas imaginadas.
Los dos Beune de MICHON, PIERRE
Pierre Michon completa un díptico deslumbrante sobre la pasión entendida como fuerza telúrica.
Michon narra la lucha inútil frente al empuje de la carne, y sigue el camino de una doble fijación: una, el deseo ardiente del protagonista; la otra, su propia fascinación como autor por representar ese anhelo. Empujado por un estilo sensual y tangible, de un lirismo solemne, una tensión permanente y un ritmo veloz como los renos que pueblan ese universo arcaico, Los dos Beune es un logro literario mayúsculo sobre un mundo tan familiar como inquietante, que se debate entre una modernidad incipiente y los tiempos inmemoriales del Homo erectus.
He aquí un díptico compuesto por dos textos publicados con casi treinta años de diferencia, que supone el regreso a la narrativa de un autor esencial. Pierre Michon, una de las principales figuras de la literatura francesa contemporánea, recupera su novela El Beune Grande (que vio la luz originalmente en 1996, y se tradujo en 2012 en Anagrama como El origen del mundo), para darle continuidad y cierre con El Beune Chico.
En El Beune Grande, un joven profesor llega a Castelnau, en la región francesa del Périgord, cuna del arte prehistórico y por la que corren dos afluentes del río Vézère: el Beune Grande y el Beune Chico. Allí, mientras las antiguas tradiciones del lugar traen el eco de su historia de siglos, conocerá a Hélène, que regenta la posada en la que los vecinos se reúnen para tomar copas cada noche. Conocerá también a su hijo, Jean el Pescador, que escudriña incansablemente el río en busca de carpas; a Jeanjean, un granjero local, cuyo granero alberga la entrada a una cueva, al parecer, prehistórica; y, sobre todo, a Yvonne, la estanquera, obsesión del joven profesor, que consagrará su existencia a la fantasía de poseerla abandonándose a los sueños más secretos y turbulentos.
La deslumbrante prosa de Michon, poética y profunda, elusiva y alusiva a un tiempo, despliega un entramado neblinoso de pasiones soterradas, pulsiones oscuras y fulguraciones entrevistas, e invita a bucear por los misterios de una civilización en la que a la naturaleza y la geología se les superponen la historia y la cultura, herramientas del raciocinio destinadas a atemperar, en última instancia en vano, las corrientes sísmicas de las pasiones privadas.
En El Beune Chico el deseo erótico sigue separando dos universos: el de los hombres, cazadores frustrados pero terriblemente astutos, y el de las mujeres, encarnadas todas en Yvonne. Pierre Michon narra la lucha inútil frente al empuje de la carne, y sigue el camino de una doble fijación: una, el deseo ardiente del protagonista; la otra, su propia fascinación como autor por representar ese anhelo.
Empujado por un estilo sensual y tangible, de un lirismo solemne, una tensión permanente y un ritmo veloz como los renos que pueblan ese universo arcaico, Los dos Beune es un logro literario mayúsculo sobre un mundo tan familiar como inquietante, que se debate entre una modernidad incipiente y los tiempos inmemoriales del Homo erectus.