La memoria eres tú es la novela de aventuras más emocionante que vas a leer este año. La opera prima de Albert Bertran Bas cautiva por su candor, ternura y emotividad como pocas obras lo consiguen cada año. El párrafo siguiente es el mejor exponente de lo que ofrece esta dulce novela:
«Mi nombre es Homero y perdí a mi familia durante la guerra. He cruzado los Pirineos a pie con quince años camino del exilio. He crecido huérfano en las calles de Barcelona y he rozado la muerte en las cárceles del Uruguay. He bebido con Hemingway, he saludado a Hitler y he hecho el amor en el coche de Franco. Me han disparado por la espalda y me han disparado al corazón. He silenciado El Molino y me ha besado la Bella Dorita. He empuñado el cuchillo de Toro Sentado. He estado donde muere el viento y he dormido entre tesoros perdidos. Me han fusilado. He inspirado a genios y conocido a otros. He bebido hasta caer, he reído hasta llorar, he soñado, he robado y he matado. Y me he enamorado. Tres veces. Las tres de la misma mujer. Esta es mi historia. Esta es mi odisea.»
El esquema sigue el modelo clásico de la novela de aventuras. Su joven personaje sufre una serie de desgracias que lo hacen tener que valerse por si mismo sufriendo los avatares y los parabienes de aquellos con los que se encuentra. Homero vive en Barcelona cuando la Guerra Civil estalla. Su padre se traslada a Uruguay mientras su madre y él tratan de huir a Francia. En el camino su madre es asesinada y el casi pierde la vida si no hubiera sido por Cloe, una joven que vive en una cueva del bosque quien lo cuida durante meses hasta que él decide volver a la Ciudad Condal para tratar de localizar a su padre. A partir de ahí todos son desafíos para seguir viviendo y luchas para mantener la esperanza. Se cruza con supuestos amigos, verdaderos enemigos y los personajes que marcaron la historia de su tiempo.
La memoria eres tú está inspirada en las anécdotas vividas y recordadas del abuelo del autor quien, como Homero, huyó en plena Guerra Civil y también tuvo que ser rescatado por una familia de granjeros. También tocaba un instrumento y también pasó un buen rato en el coche de Franco. Por supuesto que la guerra fue real, como lo fue el Uruguay, los bombardeos, los heridos y el exilio.
Escrita en primera persona nos permite seguir con su foco las peripecias de Homero. Nos permite sufrir con él, reír con sus gracias, enamorarnos a su lado y estar esperanzados juntos. En conjunto es, pese a los sufrimientos, una novela amable, tierna, una obra para disfrutar de la historia y saborearla de la mano de este pícaro moderno que nunca pretendió serlo y al que cuando la vida quería comérselo, se la merendó de un mordisco.
o se pierdan esta espectacular novela de aventuras.