64 es una de las novelas negras más especiales que he leído. Su extensión, su estructura y los diferentes temas que la cruzan la convierten en rara avis sumamente atractiva para quienes aman el género negro, la novela japonesa y la literatura en general.
La historia converge desde dos puntos: primero en enero de 1989, una niña de siete años fue raptada al norte de Tokio. Los padres nunca llegaron a saber la identidad del secuestrador. Tampoco volvieron a ver a su hija. Nombre en clave del caso: Seis Cuatro. Segundo, Mikami uno de los investigadores del pasado es ahora jefe de prensa de su prefectura. Su hija de la misma edad que la de Seis Cuatro ha desaparecido voluntariamente y mientras sufre la falta de noticias se le obliga burocráticamente a reabrir cierta parte del caso anterior.
Las luchas por el poder dentro de los diferentes estamentos policiales obligan a Mikami a intentar saber qué está pasando realmente. Cuando se da cuenta que es un mero títere en las manos de Tokio y de sus jefes decide investigar por su cuenta los cabos sueltos de Seis Cuatro, intentando saber qué es lo que todos ocultan o quieren que no se sepa.
La novela tiene un ritmo muy alto y el foco nunca se separa de Mikami a quien seguimos en todas sus tribulaciones. Poco a poco vamos colocando las piezas de puzzle del pasado pero cuando aparentemente está todo cuadrado surge la bomba. Y es así como la novela acelera hasta su desenlace final dejando al lector y a Mikami exhaustos y plenos con el resultado.
No es una obra fácil de leer pese a ser adictiva. La abundancia de personajes se suaviza con la lista final de los mismos y los estamentos policiales japoneses se presentan difusos para el lector. Sin embargo la trama es tan emocionante que es obligatorio seguir leyendo y tratando de entender todo lo que Hideo Yokoyama nos cuenta.
Al final el lector tiene ganas de más, de seguir conociendo a los personajes que encarnan esta obra, siendo eso es lo máximo a lo que pueda aspirar un escritor, a qué después de setecientas páginas el lector esté pidiendo a gritos una nueva entrega.