El banquete anual de la cofradía de los sepultureros es una novela completamente diferente de las anteriores de Mathias Enard. Una obra llena de erudición y humor, un auténtico festín para el lector basada en el lugar donde el autor francés nació.
Como germen de la novela el ganador del Goncourt decidió regresar a su zona natal como alguien externo a ella. No quería que el protagonista fuera un escritor ni tampoco un turista. Por eso apareció David, un investigador antropólogo quien intentará retratar la zona y a sus habitantes como si fueran un hecho científico. Este veinteañero llega con su diario a un pueblo de 600 habitantes para escribir su tesis doctoral sobre lo que significa la vida en el campo hoy día. Y es así, entre su frivolidad e inexperiencia, junto con su visión sesgada de la realidad como va conociendo el pueblo, sus actividades diarias y sobre todo uno a uno a todos sus personajes.
Es un hombre muy sincero al escribir su diario. De ahí surge el humor, entre lo que cuenta y lo que imaginamos que realmente está pasando. Existe esa desescalada de estupidez latente que marca su interpretación miope de la realidad.
David y su diario ocupan la primera parte y la última de la novela. Dejando todo el centro de la obra para lo que David no ve, ya que no se da cuenta de la historia ni de la profundidad de lo que le rodea.
En esa zona central es donde los protagonistas se van reencarnando, cada uno en su vida anterior era un perro o una yegua, o tras la muerte se convierte en un jabato. De esa manera Enard elude la historia rural como un vínculo genealógico, teniendo total libertad para reencarnar hacia atrás y hacia delante a su personajes.
El eje diametral de la obra es el banquete anual de la cofradía de sepultureros; momento clave que lo explica todo. Para Enard es una forma de rendir homenaje a los autores de banquetes como Rabelais y a los quesos y vinos franceses.
Es la novela más divertida de Enard porque hay varios tipos de humor. En el diario de David hayamos la diferencia entre la realidad y su realidad. Otro tipo de humor es la ironía sobre los textos universitarios. En la parte central hay un humor más burdo que trata de la forma de llegar a la risa interesándose sobre la muerte, plena de humor negro.
Es esta su novela más contemporánea, en la cual incorpora los desafíos actuales, el cambio climático, la biodiversidad. Y analiza la vida en el campo: cómo ellos han llegado allí, qué significa la historia del lugar, por qué se dice que no pasa nada en los pueblos. El autor de Brújula señala que todos los destinos están vinculados y todos los seres humanos tenemos un destino único, el cual contiene la historia del planeta entero. Enard consigue que partiendo de un lugar muy pequeño sin mucha relevancia, se cite lo universal.
Sorprendente y polifacética es un banquete en el que se van siguiendo los platos con un sentir común.