Entre los sistemas de numeración más conocidos están el romano, que aún se utiliza en el día a día, y el maya, uno de los más avanzados en su momento y que tiene la particularidad de que fue creado para medir el tiempo, por lo que está relacionado con días, meses, años y la forma en la que se elaboraba el calendario.
Utilizar los números es algo fundamental en la vida diaria y así ha sido desde las antiguas civilizaciones, ya que desde siempre existió la necesidad de contar.
El hecho de tener que realizar sumas en grandes cantidades dio pie a que comenzasen a crearse los diversos sistemas numéricos, así como ocurrió con el inicio de las operaciones matemáticas.
Son varios los sistemas numéricos de las civilizaciones antiguas que son representativos de otras épocas, están el griego, el egipcio el índigo-arábigo, pero vale la pena hacer mención especial a las numeraciones romana y maya, por lo interesante de sus orígenes y desarrollo.
En sitios web educativos reconocidos como UniProyecta podemos conocer detalles de estos sistemas de numeración de la antigüedad. De una manera muy didáctica enseñan a utilizarlos, incluso proporcionan tablas de conversión, la escritura, listados y hasta operaciones matemáticas con estos números, información muy valiosa para estudiantes y quienes quieran profundizar conocimientos sobre estos interesantes temas.
Los números romanos, aún vigentes
Es común hoy en día el uso de los números romanos para contabilizar ediciones, siglos, hacer clasificaciones, en direcciones, para usar relojes y muchas aplicaciones más. A todos nos enseñan a usarlos desde que somos niños, pero no siempre nos hablan de su historia.
No hay datos científicos exactos que determinen la forma en la que surgieron, sin embargo, se tiene la suposición de que proceden del sistema numérico de los etruscos, ya que nacieron durante los primeros años de la civilización romana, justamente durante el tiempo en el que estaban los etruscos gobernando.
De cómo nacieron los números romanos hay varias hipótesis, una señala que los números romanos se originan de las marcas que hacemos cuando contamos algo, es decir, “palitos” verticales con “palitos” horizontales para diferenciar y llevar bien la cuenta. Otra teoría que se maneja es que son la evolución de otros símbolos, esto a propósito de algunas similitudes de las letras del alfabeto.
Por otro lado, está una hipótesis que lanzó el matemático de Estados Unidos, Alfred Hooper, quien sostuvo que los números romanos se derivan de los gestos que hacemos con las manos y los dedos para contar.
Lo que sí se sabe es que las primeras versiones ya se usaban desde el principio de Roma. Siete siglos después, cuando ya reinaba César Augusto, los números romanos ya eran como los conocemos ahora, salvo algunas excepciones.
Los mayas lo crearon para medir el tiempo
En cuanto a la aparición de los sistemas numéricos de antiguas civilizaciones, resulta muy interesante aprender sobre los números mayas, al ser ésta una de las civilizaciones más avanzadas y grandes de Mesoamérica, además fue una numeración que no se basaba en otro sistema. Y es que la numeración maya fue creada para medir el tiempo y no precisamente para realizar cálculos matemáticos.
La importancia que le dieron los mayas al calendario y a la astronomía, los hicieron crear tempranamente un sistema numérico sofisticado, el más avanzado para el momento en el mundo, de hecho, fueron los primeros en descubrir y utilizar el cero. Usaban un sistema de números vigesimales (con base 20), el cual se cree que fue desarrollado de la suma de los dedos de manos y pies.
El sistema numérico constaba de tres símbolos, el cero que era representado con una concha, el uno lo representaba un punto, y el cinco, un guión o raya. Se cree que adoptaron estos símbolos por ser los elementos que se usaban para contar.
Estas imágenes simplificaron las sumas y las restas, ya que sólo se trataba de sumar y quitar puntos y rayas. Para designar los números después del 19 se escribían números más grandes utilizando potencias de 20, esto es lo más parecido a un formato de valor posicional, de los cuales también fueron pioneros.