Resulta difícil que el western pueda considerarse un género en la actualidad. Sin embargo, sigo gozando de una buena actividad y de buena salud. El año pasado celebramos Días sin final de Sebastian Barry como una novela impecable, salvaje y épica, un western atípico pero con todos los ingredientes que debe tener el género. Este año tenemos la oportunidad de decir lo mismo sobre La encrucijada del roble de Elizabeth Crook. Una obra que trasciende el western, va más allá del espacio físico y de la historia que lo genera y profundiza en la naturaleza de los seres humanos como un cuchillo en la mantequilla.
Una madrugada, en las montañas de Texas, una pantera ataca salvajemente a una familia: solo Samantha traumatizada y con el rostro marcado; y el joven Benjamin sobreviven. Será la voz directa y cautivadora de este la que relate la implacable determinación con la que su hermana decide dar caza a la despiadada bestia y así vengar la muerte de su madre. Mientras siguen las huellas del animal, un demonio en realidad, como se murmura en todo Río Grande;, se sumarán a los huérfanos un carismático forajido tejano y un atormentado predicador, al que acompaña un viejo e incansable perro. Y al mismo tiempo que el extraño grupo sigue el rastro de la fiera, un violento soldado confederado, con cuentas que ajustar con el clérigo, irá a su vez tras sus pasos…
La novela se basa en documentos, desde el acta del juicio inicial contra el soldado confederado hasta la relación epistolar de Benjamin con el juez del mismo. Tanto el formato como el contenido hacen que esta obra funcione de forma imparable. Las descripciones de los acontecimientos, mezcladas en primera persona con los sentimientos del joven, son cautivadoras y despliegan en toda su crudeza la situación de todos los protagonistas, pero especialmente la de su hermana Sam y él mismo. A medida que este grupo heterogéneo va tomando forma la novela crece en intensidad, en aventuras, en humanidad, hasta llegar a un desenlace épico que solo los años posteriores aclararán del todo.
Un poderoso relato que enganchará a cualquier lector… incluso a quien ponga mala cara al saber que es un western, una obra impecable.