Ediciones Duomo publica Diario de Gordon, la segunda novela que escribió Marcos Chicot y con la que resultó ganador de X Premio Francisco Umbral de Novela. Conocido por sus dos últimos éxitos de ventas, el thriller histórico El asesinato de Pitágoras y el thriller La Hermandad, el psicólogo clínico y economista Marcos Chicot sorprende con una hilarante novela y un peculiar protagonista, un divertimento con un tono satírico y ácido en el que encontraremos influencias de obras referentes en el género como Los papeles póstumos del Club Pickwick de Charles Dickens o La conjura de los necios.
En el prólogo se felicita al lector por el privilegio de poder leer el relato “de un tramo de la vida del más insigne hombre que nuestra civilización ha engendrado”. Un hombre que, para poder entenderlo más allá del contenido de las páginas del libro, se nos sugiere que hay que acudir a la historia para encontrar en su persona una combinación de virtudes “de los más eminentes prohombres: Aristóteles, Leonardo da Vinci… un poco de Casanova y, por supuesto, Bond, James Bond”.
Y con esta ambiciosa presentación conoceremos a un personaje que se nos presenta como un hombre enérgico y emprendedor, un dandy, exquisitamente vestido, con un instinto nato de “latin lover”, con amplios conocimientos de psicología infantil, convertido en el alma de la empresa más importante del país gracias a la mezcla de experiencia, eficacia y talento innato. Adorado por sus vecinos, de trato exquisito, paciente, un galán de físico irresistible, un altruista que se esfuerza por mejorar el mundo. Un dechado de virtudes. El yerno ideal.
Pero los calificativos con los que se define Gordon en su diario escrito en tercera persona chocan con una realidad un “poco” diferente. Los variados episodios que se desarrollarán a lo largo de un mes de su vida nos mostrarán a un personaje excéntrico, misógino, egoísta, huraño, mezquino, ruin, engreído, tacaño, vago, glotón, justiciero, que odia a todos los que lo rodean y al que odian todos los que lo rodean, Un impresentable con un peculiar sentido de la justicia.
Y aquí está el gran acierto del autor, esta hilarante brecha entre la interpretación de las situaciones y la realidad, que dará lugar a divertidísimas situaciones. Cada día en la vida de Gordon tiene reservada una aventura inesperada y disparatada, especialmente cuando decide irse de vacaciones a Mallorca. Se sucederán los equívocos, episodios surrealistas y situaciones estrambóticas, en un relato contradictorio que nos hará reír con las ocurrencias de Gordon, nos dará pena por su patetismo, nos indignará con sus pensamientos y acciones egoístas e intolerantes y, al mismo tiempo, nos resultará un personaje inolvidable.
Un diario que, risa a risa y página a página, se va convirtiendo en una crítica ácida y actual, donde quizás hay menos de surrealismo y más de realismo de lo que pueda parecer, y Gordon no sea tan peculiar y “único en su especie”…