Cosas que ya no decimos, no hacemos, no existen de Ignacio Elguero

Cosas que ya no decimos, no hacemos, no existen, de Ignacio Elguero (ed. Planeta, 2015), es un viaje nostálgico por toda una época que ha marcado a varias generaciones y que está llena de frases, objetos, acciones e imágenes que ya no hacemos, ni decimos, que ya no existen, pero que siguen formando parte de nuestro pasado y que siempre estarán en nuestro recuerdo.

El escritor y periodista Ignacio Elguero es experto en libros de no ficción generacionales, ha publicado ¡Al encerado! Un interesante y divertido retrato de los colegios de los años 60, 70 y 80 (Planeta), Los niños de los chiripitifláuticos y Los padres de Chencho. También es autor de los poemarios Siempre, Materia (Premio Internacional de Poesía Claudio Rodríguez 2006), El dormitorio ajeno, Cromos y Los años como colores. Igualmente ha publicado varias antologías de poesía joven: 33 de Radio 3, Periféricos. 15 poetas e Inéditos. 11 poetas. Además, ha escrito la novela Leif Garrett en el dormitorio de mi hermana (Planeta).

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, en la actualidad es director de Programas de RNE y conduce el espacio literario La estación azul. Goza de numerosos reconocimientos, como el Premio Ondas 2002, el Premio Internacional Audiovisual Antonio Machado 2002, el Premio Galicia de Comunicación 2007, el Premio Bibliodiversidad 2007, el Premio Aula de las Metáforas 2008, la Mención Especial Ondas Internacional 2010, el Premio Nacional de Fomento de la Lectura 2011 y el Premio Fomento de la Lectura del Gremio de Editores de España 2012.

En esta obra realiza un acertado ejercicio de memoria recopilando más de 200 objetos, acciones, cahivaches, situaciones y formas de comportamiento que ya no están, pasaron a la historia. Un testimonio que sirve para recordar cosas que se hacían de otra manera y que nos hará recorrer sus páginas con nostalgia, asombro, sorpresa en algunos casos y, siempre, con una sonrisa.

Estructurado en tres partes, descubriremos qué cosas ya no hacemos, ya no existen y ya no decimos. Por ejemplo, estudiar latín de forma obligatoria, los flotadores, las maletas sin ruedas, la cara B del disco, esperar a hacer la digestión para bañarse, echarse brillantina, jugar a matar indios, poner fundas a los coches en la calle, hacer la mili o coger moras.

Cada uno de las cosas seleccionadas por el autor aparece con sus correspondientes fotografías e ilustraciones dando aún más realismo a este viaje al pasado y ayudándonos a recordar trayendo imágenes a nuestra memoria que, en muchos casos, pueden haber quedado en el olvido. Las bicis con barra, el papel pintado, la permanente de las madres, los cigarrillos mentolados, la paga en pesetas, las peleas de tirachinas o la marca de la vacuna contra la viruela, son otras de las situaciones e imágenes que forman parte de este pasado que, cuando lo vemos y recordamos, se vuelve cercano.

El libro abarca más tiempo que las últimas recopilaciones que se están publicando sobre la generación EGB. Se remonta a la generación del baby boom, la de sus padres y la de sus hermanos pequeños que “ha surcado por la segunda mitad del siglo XX. Un mundo que se difumina año tras año, y que los niños de ahora, cuando crezcan, percibirán tan arcaico como los siglos pasados”.

La verdad es que los que hemos vivido aunque solo sea una parte de esa época, lo percibimos también como arcaico, antiguo, pero con la percepción de que es algo nuestro, nos pertenece y nadie nos lo quitará. Y nos ayuda a darnos cuenta de lo que hemos sido para afrontar un presente que, como bien señala el autor, también es nuestro tiempo, nos pertenece tanto como a los que han nacido en este siglo. Lo que fuimos marcó lo que somos, y contribuyó a lo que ahora hacemos, decimos y existe. No lo olvidemos.