Snowhite escrito e ilustrado por Ana de Juan

Captura de pantalla 2014-12-30 a las 17.03.33El cuento infantil es, tradicionalmente, un recurso para la formación del niño con el que, mediante referencias a sus miedos o deseos más arraigados, ofrecerle guías de comportamiento. La alteración de su contenido puede perseguir una simple actualización o, de manera más ambiciosa, la superación de unos modelos ya obsoletos. Pero existen  formas más radicales de reconversión, las que subvierten el mensaje tranquilizador del cuento convirtiéndolo en objeto significativo para el adolescente o el adulto, aquellos a los que va dirigida esta versión de Blancanieves a cargo de la ilustradora Ana Juan.

En realidad, lo que ha conseguido la autora es trasladar la historia a un territorio intermedio entre el cuento de hadas y el mito. El desplazamiento entre estos dos espacios de ficción viene avalado no solo por el cambio en los destinatarios de la obra, sino, también, por ciertas alteraciones formales y de contenido que, según Bruno Bettelheim en ‘Psicoanálisis de los cuentos de hadas’, permiten el paso de un género al otro. Así ocurre con el uso de nombres propios para los personajes, en lugar de términos que definen roles y permiten al niño repartirlos en su entorno; o al confrontar a la heroína con las estructuras coactivas del sistema establecido, en lugar de hacerlo con sus terrores más profundos. Sin embargo, el tránsito no acaba de completarse al no producirse la sustitución del final feliz del cuento por el trágico del héroe mítico, sino por otro tan solo triste y desencantado, y por eso más humano.

En el análisis que Bettelheim realiza del relato canónico de los Hermanos Grimm, se hace referencia al conflicto edípico latente, a la figura paterna que representa el cazador que abandona a Blancanieves en el bosque, al reducto de paz preadolescente que supone el hogar de los enanos, o al carácter sexual de la manzana envenenada, elementos todos perturbadoramente trastocados por Ana Juan para incidir en el acoso a su protagonista y en su destino de reclusión y soledad, el común de tantas mujeres.

Esencial para crear el ambiente siniestro que persigue la autora son sus ilustraciones en blanco y negro de corte expresionista, un estilo y un acabado también empleados por aquella para acompañar relatos tan inquietantes como el ‘Wakefield’ de Hawthorne o ‘Carmilla’ de Le Fanu. Aquí los personajes, que evocan a algunas de las figuras de Grosz o Kirchner, deambulan por tenebrosos paisajes urbanos de una cualidad próxima a la de las arquitecturas alucinadas y oníricas de Feininger o Meidner. Como oníricas son las imágenes de los altos setos que delimitan el laberinto, y que encontramos también en su trabajo gráfico, más decididamente surrealista, que acompaña el relato ‘Otra vuelta de tuerca’ de Henry James.

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Ilustradora reconocida internacionalmente, Ana Juan es responsable, además, de múltiples portadas de la revista ‘The New Yorker’, y de las de numerosos libros de los que adornan escaparates y mesas de novedades; incluso se encargó de la carátula del disco ‘Night Calls’ del tristemente desaparecido Joe Cocker. ‘Snowhite’ fue su primer libro como autora conjunta del texto y las imágenes.

Reseñado por Rafael Martín

Escrito por Ana de JuanAna Juan

Licenciada en Bellas Artes, comenzó a ilustrar en revistas como La Luna, Madriz o El Víbora. Ha realizado más de una veintena de portadas para The New Yorker, revista con la que colabora desde 1995, y colaboraciones especiales para diarios como El País o El Mundo. Su primer libro premiado como autora e ilustradora fue The Night Eater. Entre sus obras figuran títulos tan emblemáticos como Snowhite o Demeter.
En sus pinturas destaca un personal uso del volumen y de las geometrías, los contrastes emocionales y el protagonismo de la figura humana. En 2010 obtuvo el Premio Nacional de Ilustración que concede el Ministerio de Cultura español.

Ficha técnica

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N.º Páginas: 88
Precio: 21.90 €


Una versión descarnada de Blancanieves que muestra cómo los cuentos clásicos siguen narrando historias universales. Lady Hawthorne era la más bella del mundo… hasta que Snowhite creció; entonces la envió lejos, más allá de los muros, al bosque donde viven las fieras.