Cuando me haya ido, de Laura Lippman (Ediciones B, 2014) es un thriller con una trama tejida con precisión y unos personajes con profundos perfiles psicológicos y complejas relaciones sentimentales que amplían el interés de la novela más allá de la entretenida intriga policial.

La narración nos lleva de forma alterna por diferentes épocas de manera que las distintas piezas del puzle se van presentando y encajando poco a poco y sin fisuras. En la actualidad encontramos a Roberto Sánchez, Sandy, detective retirado de Baltimore que ahora trabajo como asesor para la policía investigando antiguos casos sin resolver.

El que ahora tiene entre manos se remonta a veintiséis años antes, con el asesinato de Julie, una bailarina de streptease amante de Felix Brewer, un delincuente que desapareció y cuya compleja historia sumerge a Sandy en un caso con múltiples flecos que debe unir en una investigación que se presentará cada vez más compleja.

Las pesquisas de Sandy se irán alternando con el relato de la misteriosa vida de Felix Brewer y su relación con las cinco mujeres que lo amaron: su mujer, sus tres hijas y su amante. Con saltos en el tiempo, iremos conociendo cómo se conocieron en 1959 Felix y Bambi, su mujer, cuando ésta apenas tenía 19 años y se casaron de forma precipitada e impulsiva. Las promesas del irresistible Felix fueron confluyendo en un único deseo: hacerse rico de cualquier manera, adentrándose en negocios que se movían entre lo legal y lo ilegal, justificando sus acciones afirmando que “si tienes dinero, cualquier cosa que hicieras era respetable”.

Pero el amor que se profesa la pareja no se basa en la fidelidad y Felix lleva una vida de alterne, con todo tipo de relaciones esporádicas y una amante, Julie, que se convierte en la tercera en discordia de una compleja relación amorosa. Iremos descubriendo cómo fue evolucionando el matrimonio, la llegada de sus tres hijas, las sombras que se escondían debajo de una relación que parecía perfecta y cómo fue creciendo un negocio que “no es legal, pero tampoco tan ilegal como para que a alguien le interese”, o eso al menos es lo que afirmaba Felix…

Todo se trunca con la desaparición de Felix, justo antes de ir a la cárcel. La desaparición de Julie diez años más tarde confirma las sospechas de su mujer de que aquella conoce el paradero de su marido y de su dinero, pero cuando aparece su cadáver en un parque se abren todo tipo de rumores y especulaciones que finalmente la policía no puede resolver quedando el caso abierto hasta que llega a manos de Sandy, dispuesto a descubrir la verdad a pesar de los años que han pasado.

La autora maneja los tiempos con acierto, consigue que la trama no pierda interés en ningún momento mientras nos va presentando las claves para comprender no sólo qué ocurrió sino el porqué, adentrándose en los caracteres de cada protagonista, sus motivaciones, sus sentimientos, anhelos e intimidades. Una trama de ambición, pasión, celos, codicia y secretos, con el dinero y el amor como hilos conductores, confirmando la premisa bíblica: “raíz de todos los males es el amor al dinero”.