La lista de Frederick Forsyth (Plaza & Janés, 2014) es la última novela de uno de los referentes del género del thriller de espionaje, una historia que parte de una sugerente premisa: la existencia de un lista secreta que solo conocen el presidente de los Estados Unidos y otras seis personas, y que contiene el nombre de los terroristas más peligrosos y que han sido condenados a muerte sin juicio previo
La novela tiene un ritmo frenético, la presentación de los personajes es ágil y nos sumerge desde el principio en la acción de la trama. No se puede esperar menos de un autor cuya vida parece sacada de una de sus novelas. Forsyth fue el piloto más joven del Royal Air Force, después de dedicó al periodismo trabajando en la agencia Reuter y en la BBC hasta que publicó Chacal, novela que fue todo un éxito y que dio inicio a su carrera literaria, con trece títulos más entre los que destacan Odessa, Los perros de la guerra o El cuarto protocolo.
El currículum del autor explica el tono periodístico de la novela que añade aún más interés a un argumento que contiene todos los ingredientes necesarios para satisfacer a los aficionados al género. A través de un duelo entre dos complejos personajes recorreremos algunos de los principales focos de conflicto mundiales de los últimos años.
Después de desvelar la existencia de la misteriosa lista, la novela describe la aparición de un siniestro personaje, denominado el Predicador, quien tarda poco tiempo en convertirse en uno de los nombres de la lista. Nadie conoce su identidad, pero a través de Internet ha conseguido reclutar un ejército de jóvenes islámicos radicales que siguen ciegamente sus instrucciones y que ya han cometido diecisiete asesinatos.
Los encargados de localizar y eliminar al Predicador son una enigmática organización secreta que se dedica a perseguir a los terroristas que intentan escabullirse de la justicia retributiva estadounidense. El elegido para la misión es un ex marine de cuarenta y cinco años al que conocen como el Rastreador, experto en cultura árabe, un personaje del que iremos conociendo detalles sobre su pasado y que verá cómo la misión se convierte en un asunto personal, dando comienzo a una trepidante caza por todo el mundo intentado atrapar a su escurridiza presa.
El Rastreador tendrá que hacer gala de todos sus recursos para conseguir culminar con éxito una misión que involucrará a todo tipo de organizaciones y personajes: ISI pakistaní, SIS y MI5 británicos, Mossad, CIA, piratas somalíes, NSA, topos, negociadores, SEAL, SAS, etc., y que le llevará a recorrer medio planeta: Estados Unidos, Somalia, Pakistán, Yibuti o Gran Bretaña.
El peregrinaje del protagonista dará oportunidad al autor a realizar un recorrido por conflictos como las guerras de Irak y Afganistán, los piratas somalíes y la lucha antiterrorista llevada a cabo por los gobiernos de un Occidente que se describe con acierto como débil e interesado, que se mueve por el placer y la codicia.
La lista es una interesante novela que, además de proporcionarnos una lectura entretenida, nos invita a reflexionar sobre las implicaciones éticas de las medidas tomadas por los gobiernos democráticos para combar el terrorismo islámico.