El lago – E.L. Doctorow

El lago es una de las mejores obras de Doctorow que hemos podido leer. De un nivel cercano a Ragtime o a Homer y Langley fija una fotografía de la Norteamérica posterior a la Gran Depresión de los años 30. Joe, un hombre joven apasionado, criado en una pequeña ciudad de Nueva Jersey sale de casa para encontrar su fortuna. Tras algunos bandazos laborales acaba colaborando con un circo en el que descubrirá lo más bajo de la condición humana hasta que en una noche fría y solitaria en las montañas Adirondack, halla una visión de la vida tan diferente a la suya que cambia su destino. LEER MÁS

Un vagón iluminado en un punto final de las vías del tren marcará su futuro. Cercano se encuentra un lugar mágico, el lago Loon, rodeado de las propiedades de un magnate del automovilismo. A partir de ese instante comienza la verdadera e inquietante historia de sus deseos y sus sueños. El rico propietario, sus mafiosos invitados, la rubia del capo, y unos perros salvajes construirán una historia que ni los habituales de Doctorow podrían imaginar.

Con un estilo no tan difícil como El libro de Daniel ni tan claro como Ragtime cuesta algo entrar en la narración. Sus digresiones biográficas con currículos completos de la vida de los personajes intercalados no ayudan, los pocos signos de puntuación de algunos pasajes se tornar áridos. Sin embargo, todo buscador de tesoros sabe que estos no se encuentran en los lugares más accesibles. No se arredren, estas trampas están puestas ex profeso por el autor para ahuyentar a los iniciados. Sean fieles a la obra y esta irá resplandeciendo cada vez más hasta convertirse en brillantes fuegos artificiales.

Denso, complicado, sustancioso pero pleno y convincente una vez terminado supone otro gran logro del genial escritor estadounidense.