David Ossa tiene un don especial que le permite oler a la muerte y meterse en la cabeza de los malvados y rastrearlos como un sabueso. Solo dos personas en el cuerpo conocen algunas de las características de ese don, su jefe, el comisario Rosell y su ayudante, el subinspector Joan Rodríguez. LEER MÁS
En un piso han aparecido cuatro cadáveres, mutilados brutalmente. David y su ayudante comenzarán una investigación en la que contarán con la colaboración de la forense María Urquijo, pareja de David, relación que mantienen en secreto. Rosell, Joan y María están seguros de que tres de los muertos han sido asesinados y el otro se suicidó en lo que parece ser un tema relacionado con las drogas. Pero David no está convencido, hay piezas que no encajan aunque no sabe explicar el por qué.
David comenzará un viaje al pasado, a un caso sin resolver del año 1969 y a su propia infancia y juventud donde pueden encontrarse las claves que está buscando.
La novela está narrada desde diferentes perspectivas, dando voz a varios de los protagonistas, lo que convierte la lectura en un ejercicio ameno y dinámico. Conforme avanza la narración iremos conociendo más detalles sorprendentes sobre la vida de David y sus increíbles capacidades, con toques sobrenaturales.
Preguntas inquietantes se irán planteando por el camino, ¿cuál es el origen de su don?, ¿es David un genio o un loco?, ¿podemos hablar de un don o es en realidad una maldición? Las respuestas llegaran en un final sorprendente, que nos dejará con ganas de leer los siguientes títulos.