Leo Óxido a la hora de la siesta.
De tres a cuatro.
La tarde del sábado pasado.
Soleado, veinte grados.
Los rayos de sol hacen brillar las motas de polvo que giran entrelazadas.
Se reflejan en las páginas.
Sus amplios márgenes de un amarillo pálido iluminan las palmas de mis manos.
Lara López colecciona imágenes, recuerdos, gestos y objetos. Contesta preguntas no realizadas que te hacen preguntarte cuestiones sin respuesta. LEER MÁS
De tres a cuatro.
La tarde del sábado pasado.
Soleado, veinte grados.
Los rayos de sol hacen brillar las motas de polvo que giran entrelazadas.
Se reflejan en las páginas.
Sus amplios márgenes de un amarillo pálido iluminan las palmas de mis manos.
Lara López colecciona imágenes, recuerdos, gestos y objetos. Contesta preguntas no realizadas que te hacen preguntarte cuestiones sin respuesta. LEER MÁS
Amor, playa, viaje, amigos, amigas, música.
Una gasolinera, un destello en el verano de las libélulas.
El tiempo que se detiene a lo hora de la siesta igual que se detuvo la historia de amor de Lara.
Cada detalle es una puntada, fina, recta, casi invisible que cose nuestra vida. Para coser se necesita clavar la aguja. Cuando se ve el resultado no duele. Cuando se pierde el resultado sólo queda el dolor, la tela agujereada de nuestra vida, sin hilo, sin amor, sin ti.
Título: Óxido (2ª Edición) | Autor: Lara López | Editorial: Xordica | Páginas: 88 | Precio : 9,95€ |
Una gasolinera, un destello en el verano de las libélulas.
El tiempo que se detiene a lo hora de la siesta igual que se detuvo la historia de amor de Lara.
Cada detalle es una puntada, fina, recta, casi invisible que cose nuestra vida. Para coser se necesita clavar la aguja. Cuando se ve el resultado no duele. Cuando se pierde el resultado sólo queda el dolor, la tela agujereada de nuestra vida, sin hilo, sin amor, sin ti.
Año oxidado, agua, lágrimas, frío metal, la poesía de los párrafos breves, la radiografía de una pérdida. Unas fotografías que son promesas incumplidas. Unas tijeras que al abrirse y cerrarse dicen tu nombre.
Belleza, especial, diferente, brillante -me digo- mientras recuesto la cabeza para meditar de nuevo. Lara, besos.
Pepe Rodríguez