Lennox – Craig Russell

Craig Russell ha conseguido un buen equilibrio sobre las dos escuelas de la novela negra de posguerra a ambos lados del charco. Por un lado ubica a su detective Lennox en la ciudad escocesa de Glasgow, en aquel entonces (1953) segunda ciudad del Reino Unido, pero lo construye alejado del típico investigador londinense fino, educado, amante de la ley y la justicia; Lennox guarda mucho más parecido con sus congéneres de la escuela norteamericana, un hombre que recurre frecuentemente a la violencia y a las armas para obtener información o defenderse, incluso que trabaja en su mayor parte para los tres reyes, los amos de los negocios sucios glasgowianos. LEER MÁS


Los bajos fondos tienen en él al fino trabajador que necesitan para efectuar ciertos trabajitos, fisgoneos e investigaciones que no pueden encargar a la policía por razones obvios ni a sus matones por su nula capacidad de razonamiento. Esto no lo hace ser un delincuente, menos aún comparado con las propias fuerzas del orden retratadas cuyo comportamiento es parecido, pero tampoco es un gentleman precisamente. Su atractivo físico, su edad mediada la treintena, su origen canadiense y su estatus de militar desmovilizado del imperio le hacen ser un hombre original con unos actos consecuentes a los que pronto el lector de acostumbra y que poco a poco va disculpando por razones de supervivencia. La ironía, el sarcasmo, el humor negro y un alto grado de determinismo y cinismo son sus armas -aparte de una porra plana- para enfrentarse a los criminales y a los policías.

Lennox es precisamente el título que inaugura la saga. Un jefecillo de clase b es asesinado y al poco su gemelo intenta contratar a Lennox para que averigüe quién lo ha hecho. La muerte de este último después de una paliza que el propio detective le propina tras negarse a investigar para él hará que la policía le crea culpable. Los tres reyes, los amos de los bajos fondos glasgowianos para los que trabaja el canadiense, se preocupan por tanto revuelo y le ponen a investigar lo sucedido. Otro caso se cierra en falso por el propio cliente lo cual hace sospechar a nuestro detective de que hay algo oculto. Ambas investigaciones seguirán avanzado y sorprendentemente convergiendo a medida que se desarrolla la obra.

La negra, sucia y húmeda ciudad escocesa enmarca las investigaciones de Lennox y actúa como si fuera un personaje más. La sociedad de allí es la principal culpable. Está entretejida con el crimen y este se vale de sus bases para prosperar.
La poca o ninguna confianza que Lennox demuestra en la ley le hace estar más cerca de los criminales que de los propios policías. En la mente del lector queda arraigada la convicción de que la enfermedad que padece el organismo social es endémica. Una y otra vez volverá a repetirse, con sordidez creciente, el ciclo de violencia. Y Lennox se tendrá que jugar el cuello para conseguir hacer bien su trabajo.

Russell es capaz de mantener la acción, la tensión y la investigación en su justa y progresiva medida creando una obra y una saga muy del gusto de la novela negra clásica, del cine de gansters en blanco y negro aunque localizado en las Islas Británicas.

Estén bien atentos a su segunda obra, El beso de Glasgow ya a la venta y que este fin de semana reseñaremos.

Pepe Rodríguez

FICHA DEL LIBRO

Título: Lennox | Autor: Craig Russell | Editorial: Roca | Páginas: 336 | Precio : 19€