Partir de Borges para volver a crear lo ya creado es algo que el mismo autor justifica en aquel al que copia. Borges re-creaba a partir de materiales hecho y él tiene el mismo derecho por tanto a hacerlo, algo así como el que roba a un ladrón… No creo que sea necesario excusarse ya que el mismo se acusa al hacerlo. Mallo hace lo quiere y lo hace bien ¿por qué pedir perdón?
Uno a uno los misceláneos contenidos de Mallo van creciendo en interés e intensidad, si bien la versión online resulta más visual y complementa a la escrita, esta última por sí misma es perfectamente válida. Con ojo perspicaz y pluma avezada reconstruye cuentos, artículos, memorias, retazos y poesías de los cuales el lector disfruta con una facilidad pasmosa. In crescendo sigue hasta Mutaciones, un verdadero prodigio de engendro literario, de lo mejor que he podido leer en mucho tiempo, una verdadera genialidad de Mallo que vale ella sola el precio del libro.
Cabe reprocharle que a partir de ahí flojea, El hacedor se va desinflando sin remedio hasta su propio final. Parece que al autor le ha faltado fuerza o le he sobrado prisa para redondear la faena. Una lástima puesto que de no ser así estaríamos ante una obra redonda y rotunda. Al final nos quedamos con tres cuartos de lo mismo, con la miel en los labios, sabiendo que el autor tiene ingenio para más pero que habrá que esperar algo más de tiempo.
Por eso recomendamos al autor que otorgue confianza a esta obra, que la disfrute con mente abierta, sabiendo que no hace falta ser un lumbreras literario para sacarle su jugo.
Como lector y como crítico se la recomiendo.
Pepe Rodríguez
Lo he hojeado esta mañana en una librería y he visto que el autor escribe los siglos con números arábigos (siglo 18), me ha dado tal pereza que ahí lo he dejado. Será que no entiendo de posposmodernismo.
La idea en sí misma es propia de un saqueador de tumbas, ya que a Fernández Mallo no se le ha olvidado que se conmemorarán los 25 años de la muerte de Borges durante 2011 y quiere sacar tajada, con la complicidad de las editoriales. Por lo demás, no deja de ser un escritor mediocre que insiste en colarnos su teoría pospoética de todas las formas posibles, ese absurdo pastiche que inventó para vender su trilogía Nocilla.
Sin embargo, no dejo de preguntarme, ¿Cómo va a hacer una novela interactiva y multimedia inspirada en las nuevas formas de lectura en internet si la edita en papel? ¿Es necesario un “remake” de “El hacedor”? ¿Realmente se cree Fernández Mallo que está a la altura de Borges? ¿Por qué no ha despedido Alfaguara al editor que permitió este desvarío?
El Jefe de Todo Esto es una de las obras maestras del cine actaul. Perdemos demasiado tiempo viendo superproducciones y muchas veces lo mejor lo tenemos a la vuelta de la esquina. Pepa.
Me cuesta mucho Fernández Mallo, pero el comentario que haces da que pensar. Pues parece que sabes que cuesta y tratas de explicar que ha cambiado. ¿O soy yo que no he entendido la intención?