El grito es la obra del malagueño Antonio Montes que ha resultado ganadora del Premio de Novela Café Gijón 2010 que otorga y edita Siruela en colaboración el Ayto. de Gijón. Del acta de dicho premio es fácil entresacar las ideas claves de dicha obra puesto que señala del autor quien “ajustándose a las reglas narrativas que él mismo se ha impuesto, construye una novela con doble trama y sorpresivo final que aúna pasado y presente. En torno a una situación doméstica y en el transcurso de unas pocas horas, desfila toda una rica galería de personajes que cobran vida por medio de voces y tiempos entrecruzados, trazando el retrato de todo un pueblo.” LEER MÁS
En pueblo de tamaño mediano de cualquier provincia española muere una anciana tras pasar sus últimos meses en casa de la familia de su hija, quien la acoge después de sufrir una caída. La constatación al amanecer de esta muerte provoca el grito inicial de la sobrina que descubre la primera el fallecimiento de la mujer. Unidad de acción, de tiempo y de lugar se unen desde ese momento hasta el final de ese mismo día para reflejar las dos tramas indicadas por el jurado. La primera es el desfile de gran parte del pueblo por la casa del duelo, esa España machadiana de “charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta” que ahora cumple con la finada y su familia incluye vecinas, cotillas, viudos, críticos, y como no esos personajes arquetípicos del pueblo, el alcalde, la tonta, la ciega y la que no se habla con hija de la muerta. La doble lectura, lo realmente dicho y entre paréntesis lo que se ha querido decir añade frescura y buenas dosis de humor a una situación en la que medirá con calibre el comportamiento de cada uno para pagar según lo recibido.
La segunda trama guarda relación con Carlos y Luis, nietos de la finada que encerrados en un día claustrofóbico irán desgranando ante el lector el secreto que guardan para ellos y que cerrará el día del duelo.
Antonio Montes se ciñe a un formato, un estilo y una gramática que no abandona en ningún momento. Lo que se nos antoja rígido en un principio deviene en vehículo de transmisión ideal de ambas tramas mostrando la seriedad y severidad de una en contraste con la locura de la otra.
Fiel reflejo de la España del siglo veinte y de los cambios actuales, la unión de ambos argumentos es la que provoca también la unión de pasado y presente en las familias semejantes a las que muchos de nosotros hemos tenido. Esperpéntica a veces, realista la mayoría y fantástica a retazos deja un excelente sabor de boca en el lector demostrando la calidad del escritor y el buen hacer del jurado que le ha otorgado el premio.
Alejada de modas y modismos demuestra que todavía existen buenos autores y buenas obras por descubrir en la piel de toro.