upante tan elogiosa decisión. Cuando explicó que había una pirámide de varios metros del mismo título y que por eso lo había comprado, mis sospechas cobraron certeza. ‘El símbolo perdido ¿verdad? Él asintió. Y… ¿qué te parece?, dije. Está bien, en dos semanas ya voy por la página 120. (leer más)Esta experiencia real sirve como base para nuestro punto de vista de El símbolo perdido. Si sirve para que cualquiera se aparte de otras simplezas y lea, nos vale. Es como el comatoso que empieza a mover el dedo meñique, no es el ideal, pero mejora.
Sabemos que muchos cientos de miles o millones de lectores en español tendrán en sus manos este libro y lo leerán con fruición y satisfacción. También sabemos que el esfuerzo por denostarlo estará a la par en intensidad aunque no en cantidad. Por eso reconocemos fracasado nuestro esfuerzo por trazar la línea crítica en el punto debido, pero allá vamos. Primero la sinopsis abreviada de la editorial que dice:
“Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.
Con la ayuda de Katherine Solomon, hermana de Peter y experta en ciencias noéticas, Robert Langdon tiene doce horas para salvar a su amigo y, al mismo tiempo, evitar que uno de los secretos mejor guardados de nuestra historia caiga en las manos equivocadas…
El código Da Vinci fue un fenómeno mundial que convirtió a Dan Brown en el maestro absoluto del thriller. En esta nueva obra, Robert Langdon regresa para retar a los lectores con una historia inteligente y de ritmo vertiginoso que ofrece sorpresas en cada página. El símbolo perdido es lo que los fans de Dan Brown estaban esperando: su novela más emocionante.”
Ahora iremos dando la de cal y la de arena: El afán de Dan Brown por unificar acción, tiempo y lugar es excesivo y sólo el deseo de simplificar la trama puede justificarlo. Es inverosímil que todo eso, ni siquiera una décima parte, suceda una noche en Washington. Por otro lado tal unificación impone un ritmo elevado que hace adictiva su lectura, ya que no deja respirar al lector, algo así como ver una película sin publicidad.
Los misterios y su resolución paulatina suponen un pequeño engaño ya que aunque pretenden ser acumulativos, no lo son. Por ejemplo, El primer cuadrado y su criptografía resuelta, lleva a una vía muerta que parte de cero con el vértice dorado. El lector en su vorágine textual no lo percibe, pero esto sucede varias veces y creemos que deberían haberse trabajado más. Por el contrario la documentación en buena y ha sido triturada oportunamente para que los lectores ocasionales la digieran correctamente.
El encaje final y la resolución completa puede dejar insatisfecho al profano, ya que para muchos, sin un final redondo no funciona un libro, sin embargo la mayoría recordará los trepidantes momentos intermedios que ofrece.
En definitiva, no es un libro ni mucho mejor ni mucho peor que la media de best–sellers. Desconocemos el porqué del éxito del autor ya que entre la oferta actual de libros de ventas masivas creemos mejores otros que hemos reseñado, como 2012 (sin relación con la película homónima) o El nombre del viento.
Bienvenido sea si sirve para potenciar la lectura entre cualquier persona y generar el gusanillo por libros de mayor calidad. (ya les contaré la opinión completa de mi cuñado)
Título: El símbolo perdido | Autor: Dan Brown | Editorial: Planeta | Páginas 608| Precio 21,90€ |
Finalmente, me he llevado una decepción con esta nueva historia. Disfruté muchísimo “El código Da Vinci” y “Ángeles y demonios”, así que tenía interés por adentrarme en la nueva historia del autor. A pesar de una idea original, un buen comienzo y la creación de un “malo malísimo” que me ha encantado, la trama se desinfla poco a poco, hasta llegar a un final descafeinado.