En Francia cuando hablan de la Garat siempre aparecen tres nombres para compararla: Zola, Balzac y Víctor Hugo. ¿Conocen ustedes a algún escritor vivo al que siempre comparen con este tridente? Seguramente no. A veces añaden un cuarto nombre: Dumas. Póquer de ases en el cual hay que instalar a esta excelente escritora.
El cine y la fotografía son dos de sus grandes pasiones aparte de la escritura y de ellas ha extraído lo mejor para sus libros: La atmósfera, el ambiente. Todas las escenas y situaciones son obras de arte como un cuadro, una escena de cine o de teatro, una fotografía. Da igual que sea de campo o urbana, del interior de una casa o de una fábrica, sus descripciones nos instalan en un escenario del pasado donde todo está en su sitio, percibiendo cualquier detalle insignificante pero que por acumulación completa la imagen en la que se desarrolla la acción. Leer a Garat es ir al cine, ver una película perfectamente ambientada en su época y vivir en su interior. Una experiencia única.
Otro de sus logros es su feminismo activo y pasivo. Activo puesto que casi siempre el foco del narrador se concentra en mujeres que intentan componer su mundo y sobreponerse al ambiente masculino de la época. Y pasivo porque todo lo percibimos a través de los ojos de una mujer. Los hombres que quieran saber como pensamos las mujeres sólo tienen que leer a Garat para saberlo, para conocer a “esa gran desconocida”. Mejor manual no hay.
Nacida de las tinieblas continua la saga familiar Bertin–Galay iniciada con el volumen anterior, pero tiene una lectura independiente efectiva. Mientras la primera databa de la época anterior a la Gran Guerra superponiendo una intriga de armas químicas a la historia de amor, esta segunda entrega se ambienta en los años entre guerras con algunos de los personajes iniciales ya maduros y los que todavía estaban verdes en proceso de maduración. Los problemas políticos debidos al nazismo incipiente, los problemas sociales, los problemas familiares y la multiplicidad de personajes se entremezclan en una historia plena y perfectamente ambientada.
En realidad la única pista sobre cuando se han podido escribir estos libros es la época que tratan. En manos del Diablo podría haberse escrito en cualquier año después de la primera guerra mundial y Nacida de las tinieblas a partir de los cuarenta habría sido posible. Nada, absolutamente nada las hace parecer ni querer parecer modernas. Son contemporáneas de sus hechos tanto por pensamiento como por lenguaje, por principios y por actitudes. Son intemporales, son clásicos escritos en el siglo veintiuno. Son como decíamos al principio novelas perdidas de Zola, Balzac o Dumas reencontradas en un anticuario. Son Geniales.
Esperamos que la crisis actual nos dé más tiempo libre, el cual aprovecharemos muy bien leyendo este excelente libro.
Nos ha gustado mucho: Leer un clásico escrito ahora
Nos ha gustado menos: Todavía quedan dos libros más así que hay que buscar tiempo de donde sea.
RESEÑA OFICIAL DEL LA EDITORIAL
1933-1934… Tras el desastre de la Gran Guerra se anuncia un trágico crepúsculo cuya amenaza pocos imaginan… Camille Galay, recién llegada de Nueva York, vaga por las calles de París, la ciudad de su niñez, atormentada por la muerte de su amigo Jos, un fotógrafo húngaro al que siguió hasta Alabama, con la promesa de llevar a Budapest cierto estuche de cuero rojo…
De todos los rincones de Europa convergen personajes que no se conocen y que se verán arrastrados, bajo el doble cuño del amor y el crimen, a una misma aventura que tiene como escenario las urbes modernas, sobre cuyos muros proyectan sus sombras fantasmas y espectros. Pronto se inicia una larga persecución en las cancillerías, en las estaciones de ferrocarril así como en los más fastuosos palacios, a orillas del lago
Constanza o de Ginebra, en Toscana, en una habitación en Berlín, en una casa abandonada en Bélgica, hasta en el desván de la mansión ancestral de Mesnil.
Mientras tanto la gran pianista Dora Gonbrowicz da conciertos por toda Europa… Un físico secuestrado por los nazis intenta evadirse de su laboratorio… Daniel Galay, cineasta francés afincado en Hollywood, se va a rodar a África… Y Camille, busca una muñeca china y un anillo azul, regalos extraviados una nochebuena, a riesgo de poner en juego su propia vida.
Tras En manos del diablo, Anne–Marie Garat nos entrega un ambicioso recorrido por el siglo xx, oponiendo tormentos individuales y destinos sentimentales a la persistencia del Mal.
Título: Nacida de las tinieblas |Autor: Anne–Marie Garat | Editorial: La Otra Orilla Traductor: Isabel González-Gallarza | Páginas: 1032 | Precio : 27€
Sólo quería hacer una pequeña corrección a una reseña por lo demás estupenda: el traductor de Nacida de la stinieblas no es Serrat Crespo (que sí tradujo el primer volumen de la saga) sino Isabel González-Gallarza.
Gracias corregimos ya mismo