Día a día sus comentarios nos van sorprendiendo mientras sus opiniones son siempre exactas y realistas; ciencia, política, vida social, Hungría, su amada Hungría, la que dejó hace décadas y la actual, “L.” su amada esposa, su vida en común, los recuerdos del pasado, incluso las nuevas tecnologías, los primeros ordenadores y cajeros automáticos reciben sagaces comentarios de este octogenario fuera de su tiempo, de su lugar, de la historia, pero nunca fuera de lo humano y vital.
Con esto nos bastaría para ponerle una nota altísima al relato, pero sucede lo inevitable, “L.” enferma de gravedad y durante meses, Marai, que casi no ve y que no puede ni andar bien, tiene que cuidarla hasta el día de su muerte. La forma de contarnos esos días creemos que sirve a Greenberg en su Hacia el Amanecer para explicar la situación con su hija, pero mientras Greenberg sólo trasmite miedo, Marai comunica un dolor inmenso por la lenta perdida de su compañera del alma.
Meses y años languidecen después en sus notas, el mundo se circunscribe al dolor por la perdida, como el mordisco de un perro, y a la asunción ocho meses después de que no volverá, de que ha muerto. También sus tres hermanos mueren de vejez uno tras otro y hasta su hijo adoptivo Janos sufrirá el mismo destino. Solo su pistola le acompañará en el cajón de la mesilla hasta el último día.
Impresionante por su humanidad, Marai nos enseña lecciones hasta en su nota de despedida. Conmovedor, candoroso nos comunica los últimos cinco años de su vida que se nos antoja plena y que con ansia esperamos ir viendo editada poco a poco.
Nos ha gustado mucho: Sinceridad y reflexión, mente lucida y cristalina, crítica mordaz.
Nos ha gustado menos: Su falta de fuerzas en los últimos años para saber más de él. Su precio.
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Celebrado por su inusitado talento para reflejar en sus novelas el esplendor y crepúsculo del humanismo centroeuropeo, y testigo minucioso de los grandes acontecimientos que conmovieron Europa en la primera mitad del siglo pasado, Sándor Márai vio cómo su obra quedaba relegada al olvido tras abandonar la Hungría comunista en 1948. Después de un azaroso exilio que lo llevó a la ciudad californiana de San Diego, muy lejos de la vieja Europa, pasó sus últimos años en un aislamiento casi absoluto.
Privado de su público natural, Márai escribió cinco de los seis tomos de sus diarios en el exilio; el último, redactado entre 1984 y 1989, es un testimonio apasionante y profundamente conmovedor de un hombre decidido a enfrentarse sin ambages con la muerte. Alternando recuerdos personales, instantáneas reveladoras de la vida cotidiana, con comentarios sobre diversos temas de actualidad y apuntes sobre la lectura y la tarea de escribir, el gran autor húngaro —que destaca por la potencia de su palabra y la perfecta lucidez de su mente— se convierte en observador implacable de su propio deterioro físico y narra, sin embellecerlo, el último drama de su existencia: la enfermedad y muerte de su amada esposa, Lola Matzner, con quien durante sesenta y dos años lo había compartido todo. Márai reflexiona sobre el luto y la soledad, cada vez más insoportable, al tiempo que se prepara para el momento final: «Estoy esperando el llamamiento a filas; no me doy prisa, pero tampoco quiero aplazar nada por culpa de mis dudas. Ha llegado la hora.» Escasas semanas después de esta anotación, Sándor Márai se quita la vida con un disparo.
Diarios, 1984-1989, primer volumen de los diarios que se traduce al español, nos acerca al Sándor Márai más íntimo y desgarrador, al hombre que, reconciliado con la inminencia de la muerte, pasa revista a sus inquietudes más hondas y esenciales.
Ficha del Libro
Título: Diarios 1984-1989 |Autor: Sandor Marai | Editorial: Salamandra |Traducción de Eva Zsofia Cserhati | Páginas: 224 | Precio : 15€–