George Steiner: imperfectas santidades del mutismo
Hace un mes nos dejó uno de los más reputados ermitaños de la mundial literatura: pasará a la historia, junto a sus admirados Robinson Crusoe, Bartleby, o el artista del hambre de Kafka.
Hace un mes nos dejó uno de los más reputados ermitaños de la mundial literatura: pasará a la historia, junto a sus admirados Robinson Crusoe, Bartleby, o el artista del hambre de Kafka.
Catorce años ha dedicado el autor a la investigación que ha dado como resultado este libro. La idea en la que persistirá es la de poner en relación los bocetos y el propio Guernica con momentos clave de la vida de Picasso, alejándose de las habituales versiones de claro cariz político.
“Me da lo mismo ser guapa que ser fea -dijo Folavril-. Lo único que quiero es gustar a la gente que me interesa.”
Tanto la biografía personal como la historia colectiva, tanto el yo como el nosotros, son expresión de un desenvolvimiento de la conciencia, de una distensión que unas veces opta por la vida, la cultura, el diálogo y la cooperación y otras muchas lo hace por la muerte, la diferenciación forzosa y la exclusión.