J. K. Rowling Harry Potter y la piedra filosofal
Era 1990 cuando su autora J. K. Rowling, empezó a escribir la trama del niño con gafas y una cicatriz en forma de rayo en la frente sobre una servilleta mientras tomaba un café en la cafetería Elephant House (Edimburgo), según cuenta la leyenda popular. Le costó cerca de seis años acabar de escribir el primer tomo.
La novela fue rechazada por varias editoriales, 12 concretamente, hasta que la británica Bloomsburry se decidió a publicarla el 26 de junio de 1997, un año más tarde llegaría a Estados Unidos. Tal fue el éxito que tuvo la historia del niño mago que sobrevivió en la mitad del planeta que Rowling vendió los derechos en 1999 de sus cuatro primeras entregas, marcando así a toda una generación.
David Safier, Maldito karma
Maldito Karma (Seix Barral, 2009), su primera novela, ha sido un éxito internacional en todo el mundo y lleva más de treinta ediciones en español
Charlotte Brontë, Jane Eyre
La obra que consagró su exito fulminante, tiene los ingredientes de una novela gótica, pero rebasa con mucho las convenciones del genero. Cándido Perez Gállego explica en la Introducción cómo Jane, la protagonista, es portavoz de un nuevo modo de descubrir la realidad, y su reflexión nos lleva a un viaje hacia la autenticidad
Emily Brontë, Cumbres borrascosas
Su novela ‘Cumbres borrascosas‘ es un clásico de la literatura anglosajona a pesar de que inicialmente, debido a su innovadora estructura, desconcertó a los críticos. La salud de Emily fue siempre muy delicada. Murió el 19 de diciembre de 1848 de tuberculosis a la temprana edad de 30 años.
Harper Lee, Matar a un ruiseñor
Harper Lee viajó a Nueva York soñando con convertirse en una escritora profesional. Y en diciembre de 1956, recibió una carta de sus amigos en la que había un regalo: el salario de todo el año. Había una nota en el sobre: »Tienes 1 año de vacaciones pagadas para escribir todo lo que quieras. Feliz Navidad“. En la fecha acordada, el borrador del manuscrito estaba listo.
El reconocimiento de la novela fue una sorpresa para la autora: “Nunca esperé ningún éxito de Matar un ruiseñor”. Esperaba su muerte rápida y misericordiosa en manos de los críticos, pero al mismo tiempo, pensaba: tal vez el libro le guste lo suficiente a alguien como para darme el coraje de seguir escribiendo». En 2015 se publicó Ve y pon un centinela, que pasó sin pena ni gloría pese a su calidad.
Arthur Golden – ‘Memorias de una geisha‘ (1997)
El escritor estadounidense publicó su novela en 1997. En el prefacio había palabras de gratitud: “Soy deudor de una persona más que de otras. Mineko Iwasaki corrigió mis ideas erróneas con respecto a la vida de las geishas. Gracias por todo”.
Cuando Memorias de una geisha se tradujo al japonés, Mineko Iwasaki demandó a Golden. Según la declaración, el escritor había violado el acuerdo de confidencialidad mencionando su nombre y causando daños a su reputación. Resultó que la Sra. Iwasaki era una geisha en Kioto, y en 1992 le había dado a Arthur Golden una larga entrevista.
Mineko exigió que su nombre fuera eliminado del prefacio y escribió a modo de refutación su autobiografía llamada Vida de una geisha.
J.D. Salinger, El guardián entre el centeno
Se dio a conocer con esta, su primera y única novela. Publicada, en 1951, se convirtió en un libro de referencia. Desde entonces, Sallinger se retiró de la vida pública.Después de la novela, publicó tres libros de relatos y se tiene constancia de que su último texto publicado fue el relato Hapworth 16, 1924, que apareció en 1965 en la revista New Yorker. Dos años después de su muerte en 2010, el novelista reapareció, de golpe: la biografía The Private War of J.D. Salinger, publicada en España por Seix Barral y la promesa de cinco textos inéditos le han relanzado.
Carmen Laforet, Nada
Curioso el fenómeno editorial que supuso Nada de Carmen Laforet desde que saliera al mercado en 1945, después de conseguir el Premio Nadal. Dicha obra existencialista, considerada como una de las mejores novelas españolas del siglo XX, sigue los pasos de Andrea, una joven huérfana que se traslada por estudios a Barcelona una vez concluye la Guerra Civil. Con profundos rasgos intimistas, el libro traslada al lector la pobreza de la posguerra española y primeros años de la dictadura franquista. Un realista retrato de una dura época que asombró a miles de lectores.
Alberto Méndez – ‘Los girasoles ciegos ‘ (2004)
Un buen caso de one hit wonder patrio es el de ‘Los girasoles ciegos’, el libro de relatos de Alberto Méndez, ganador de diversos premios y que se convirtió en fenómeno editorial del año de su publicación: lleva 250000 ejemplares vendidos. Uno de los relatos del libro inspiró la película homónima de 2008, dirigida por José Luis Cuerda
Mary Shelley – ‘Frankeinstein o el moderno Prometeo‘(1818)
El año 1816 se llamó el año sin verano. Mary Shelley y su ya famoso esposo (el poeta Percy Shelley) aceptaron la invitación de Lord George Byron para quedarse en la villa que él había alquilado.
“El verano fue húmedo y frío”, recordaría Mary más tarde, “la lluvia incesante no nos dejó salir de la casa durante días enteros”.
Los rehenes involuntarios del clima pasaban el día leyendo en voz alta, y luego discutían lo que habían leído. Un día, la conversación se centró en los experimentos de Luigi Galvani, quien había aplicado la corriente eléctrica sobre los organismos muertos, obligándolos a “revivir”. Lord Byron le propuso a cada uno de sus invitados escribir por diversión una “historia sobrenatural” y luego leérsela a todos. Mary comenzó a pensar en la trama y soñó con la idea de Frankenstein.