En fin, que disfrutarán de una lectura destinada a paladares exquisitos. Cuyos personajes se muestran con la fuerza y la personalidad de los clásicos de la literatura universal, mientras que su construcción y desarrollo es fresco, ágil y literariamente moderno. No es de extrañar que El Corriere della Sera haya dicho que “las novelas de Andrea son una rareza, muestra del antiguo arte literario italiano”. No son solo palabras. Las tres historias se entrelazan o mejor dicho se solapan con una habilidad y maestría que no se ven comúnmente en el panorama literario. Es una narración dinámica, con sus altos y bajos, con sus idas y venidas en el tiempo, con antecedentes estrechamente ligados a un secreto del pasado familiar.
¿Y del escritor qué?
Aunque el tímido Vitali (así se describe él) quiso estudiar periodismo con el fin de desarrollar su gran afición, la afición que conserva desde la tierna infancia: la lectura, finalmente acabó siendo médico de familia, profesión que ahora le deja suficiente tiempo como para obsequiarnos cada año con una nueva entrega de su increíble capacidad fabulatoria. Por cierto, cuando lo lean se darán cuenta de que en este libro Vitali hace un guiño a su pasado enmarcando la narración en Bellano, el pueblo en el que vio la primera luz allá en 1956.
Lo dicho; disfruten de su lectura y tengan mucho, mucho cuidado.
Francisco Galán
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Agostino Meccia, el corregidor de la pequeña localidad a orillas del lago de Como, está decidido a poner en marcha un proyecto moderno y ambicioso: una línea de hidroaviones que conecte Como, Bellano y Lugano.
Una empresa que dará prestigio a su administración, permitirá que los turistas lleguen a la zona y por la que rabiarán de envidia los ayuntamientos limítrofes.
Todo parece ir como la seda en aquel plácido y fascista 1931. Pero hay un problema: para la tesorería de un pequeño ayuntamiento, la inversión es altísima, por lo que el corregidor, un hombre temido por irritable, vanidoso y vengativo, ejerce el poder autoritario que le ha dado el Duce y decide utilizar los fondos reservados.
Y además está Renata, la hija del corregidor: hasta ayer era sólo una niña, pero ahora se ha convertido en una joven extraña, que sólo parece sentirse bien con la tía Rosina. ¿Qué nuevo capricho rondará por su mente?
Premio Bancarella, 2006, otorgado por los libreros italianos.
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Andrea Vitali trabaja como un minucioso relojero sobre mecanismos infinitesimales y engranajes de precisión. »Magazine del Corriere
«Bien construida, con una escritura fluida que atrapa de forma inmediata entre lo cómico y lo grotesco, La hija del corregidor consigue desvelar las bases de uno de los periodos de la historia italiana más turbulentos y transformarlo en una toma de consciencia y denuncia social en clave de humor.»
Ficha del Libro
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