De esta guisa ya nos sorprendimos hace tiempo con escritores como Yukio Mishima (1925-1970) del que se sabía que era un autor superdotado y al que su excesiva inteligencia no lo detuvo de morir en público haciéndose el harakiri con el fin de rebelarse contra una sociedad que se antojaba sumida en la decadencia moral. Otro de los grandes -este vivito y coleando- es Kenzaburo Oé premio Nobel de Literatura en 1994 y amigo del anterior. Y por supuesto hemos de hacer mención del esquivo Haruki Murakami quien es probablemente para todos el más conocido por ser el que sigue en la brecha cosechando éxitos de ventas tanto en occidente como en su tierra natal.
Hoy les traemos una propuesta realmente interesante que como dice León González Sotos: “es el emocionante ajetreo de la venerable filiación platónica… ”. ‘La fórmula preferida del profesor’ -en su sexta edición- narra las vivencias de una madre cuando la empresa de servicios para la que trabaja la envía a cuidar de un extraño personaje, un anciano profesor de matemáticas que en un accidente de coche perdió la memoria, o como resume la editorial, lo que pierde en realidad es ‘la autonomía de su memoria que solo dura 80 minutos’, exceptuando todo lo que le ocurrió y lo que aprendió antes del accidente que tuvo en 1975. Imagínense qué problema; cada vez que ve a la empleada cree que es nueva y cada vez que al hijo de ella tiene que fingir conocerlo. Pese a todo, poco a poco va forjándose una amistad simbiótica basada en dos pilares: las matemáticas y el béisbol, una amistad de la que salen beneficiados el niño, la madre, el matemático y sobre todo el lector.
Cuando lean este libro verán que en más de una ocasión les sucede lo mismo que a la madre cuando dice: “Aquella noche salí de casa y cuando hube acostado a mi hijo, se me ocurrió ponerme a buscar números amigos”. Por cierto ¿saben qué son los números amigos? Una pista: Fermat o Descartes solo lograron descubrir un par cada uno en toda su vida. Ah ¿y sabrían decir cuál es el resultado de sumar todos los números de 1 al 10 sin efectuar dicha suma?¿O por qué al número 28 se le considera un número perfecto? Bueno, no es de extrañar que entre los muchos premios que se le han otorgado a esta novela se encuentre el de la Sociedad Nacional de Matemáticas ‘por haber mostrado la belleza de esta disciplina’. Pero no solo disfrutarán ustedes de esta novela si ya les gustan las matemáticas, no, para nada, precisamente aquellos más profanos en la materia hemos visto que hay una forma divertida y diferente de ver esta disciplina.
Aunque Yoko Ogawa pueda parecer un descubrimiento, lo cierto es que ella es la autora más famosa, más galardonada y que más vende en Japón desde hace 20 años. Más famosa que Murakami. Desde luego en la calle es mucho más conocida que él. Desde 1988 ha escrito una veintena de libros que han sido traducidos al inglés, francés, alemán, español, catalán, griego e italiano e incluso alguno de ellos como es el que hoy nos ocupa han servido de inspiración cinematográfica. En su obra ella es capaz de dar expresión al sutil funcionamiento de la psicología humana con una prosa suave pero penetrante, tratando de reflejar el papel de la mujer en la sociedad. Un papel que conoce bien como madre y esposa que es.
Hace poco mientras los que pertenecemos a esta web asistíamos a la presentación de una novela, el Alcalde de Madrid dijo que ‘donde hay un libro hay una persona inteligente detrás’, pues bien, ‘La fórmula preferida del profesor’ es el resultado perfecto de esa ecuación.
Esto es todo por hoy hasta la próxima y que ustedes lo disfruten. Francisco Galán
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Premio Librerías Japonesas & Premio Sociedad Nacional de Matemáticas
«Una historia de amor, amistad y transmisión del saber…»
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, este novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz Cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático…
Como dice en su postfacio el profesor León González Sotos, «asistimos al emocionado ajetreo, de venerable filiación platónica, entre la anónima doméstica, el también —¿innombrable?— Profesor y el pupilo Root. Entre idas y venidas, tareas caseras y cuidados piadosos a su muy especial cliente, éste va desvelando las arcanas relaciones numéricas que los datos cotidianos más anodinos pueden encerrar.»
Una novela optimista que genera fe en el alma humana, contada con la belleza sencilla y verdadera de un «larguísimo» haikú.