Bárbara Gil publica su segunda novela ambientada en la Costa Rica de finales del siglo XIX
Una fascinante historia sobre una joven bilbaína que desembarca en este exótico país y tendrá que enfrentarse a innumerables obstáculos.
Costa Rica, diciembre de 1883. Aitana Ugarte, una joven bilbaína, desembarca en Puerto Limón para casarse por matrimonio concertado con un terrateniente de sesenta años, dueño de un cafetal en las prósperas Tierras Altas de Turrialba, a las faldas de un volcán legendario sobre el cual circula una misteriosa leyenda. Pero cuando llega a la hacienda se encuentra una tierra devastada, a su marido recién fallecido y al hijo de este, un hombre alcohólico, a punto de perder la hacienda por jugar a los dados. Aitana tendrá que enfrentarse a innumerables obstáculos para hacerse con su herencia, echar raíces en un territorio extraño y forjar su propio destino.
La autora es conocida por su excelente ambientación de sus novelas. Bárbara viajó a Costa Rica durante semanas para documentarse, conocer a la gente local, sus costumbres, buscar lugar reales…
“Durante mi viaje me perdí en la selva con Marixa, una mujer de etnia bribri, mientras buscábamos un manantial sagrado. Era la época de la pandemia y los caminos se habían deshecho, así que tuvimos que abrir camino a machetazos. Estuve aprendiendo su cultura y conviviendo con los bribri en sus casas construidas en un lugar profundo del bosque selvático, al que solo se podía llegar en canoa. También cené a la luz de las velas, junto a una hoguera, bajo la noche estrellada en el exótico jardín de Aquiares, la hacienda cafetalera más grande del país. Aprendí sobre la cultura cafetalera con las cogedoras, mientras recolectaba café junto a ellas.”