Carlos es un escritor golfo, muy golfo, pero muy buen escritor, que decide quitarse de en medio. Antes ha sido la mujer de su vida Ana la que ha pedido espacio vital y le ha dejado solo con sus golferías pero sin su musa.
Previamente a su última juerga envía a su ex la mitad de su novela póstuma para que el hijo de ambos, escritor en ciernes y nini de ejercicio lo acabe. L
Ana recibe el manuscrito después del entierro y como buena editora que es prepara todo para que su hijo publique con la firma para la que trabaja.
Al menos tres tramas se cruzan desde ese momento, primero la subnovela que ha dejado el muerto y que vamos conociendo poco a poco, segundo la propia vida de Ana que de estar en punto muerto comienza a tener actividad en todos los sentidos, ustedes ya me entienden, y en tercer lugar la befa que hace de sí misma la autora con el nom de plume de Noelia Regüela a la que de subproducto de presentadora de televisión la convierte en buena escritora, y la no menos agresiva burla del grupo que la edita, que de Planeta cambia a Tierra y sus artimañas por convertir las letras en signos de dólar.
Creo que las cuatro manos que lo han escrito dejan un personaje principal ambiguo. No acaba de comportarse ni de razonar como una madre, ni como un hombre o una mujer, ni siquiera notamos evolución entre su pasado y su presente y menos aun tenemos base para juzgar o disculpar sus motivos.
No obstante estamos seguros que muchas seguidoras nuestras disfrutarán de su lectura.
Ellas junto con algún que otro seguidor disfrutarán de sus lúbricas escenas. Al fin y al cabo nos llamamos El placer de la lectura y no el placer de literatura y si a ustedes les gusta Nuria Roca, mientras tengan un libro entre las manos, nosotros estaremos encantados de verles así.
El Limonero
Jajaja, me ha encantado la reseña, este libro no me lo he leído pero sí Los caracoles no saben que son caracoles y no me gustó nada. Si la autora no fuese Nuria Roca no estaríamos hablando del libro ahora mismo. Saludos.