«En las letras rusas del siglo XXI Yuri Buida es un autor significativo. Tal vez, el más notable entre sus contemporáneos». Liudmila Ulítskaya
«Esta espléndida obra de Yuri Buida está íntegramente habitada por lo sobrenatural, inclinada casi siempre hacia lo trágico, conectada sin duda con lo maravilloso». Le Monde
Yuri Buida es, por derecho propio, uno de los autores rusos más importantes de nuestro tiempo y La novia prusiana es su obra más ambiciosa y deslumbrante.
En 1998 se publicó en Rusia una primera edición que constaba de treinta relatos y que, tras una magnífica recepción por parte de la crítica, fue galardonada con el prestigioso premio Apollon Grigoriev. Hoy, veinte años más tarde, sigue siendo una obra inacabada, pues, desde su primera publicación, Buida ha continuado regresando a ella, a Kaliningrado, su patria chica, ampliando ese mundo de raíces arrancadas, de socialismo descontextualizado; a caballo entre los dioses y los hombres, el sueño y la vigilia, entre dos naciones y dos espíritus. Este mapa de la tierra de nadie que es La novia prusiana ha ido creciendo con los años, y el texto que hoy presentamos por primera vez al lector en lengua española consta de cuarenta y cuatro relatos, con personajes y lugares comunes, conformando una novela única.
LA OBRA
Las historias de La novia prusiana se desarrollan en la región de Kaliningrado, antigua Prusia Oriental, que pasó a formar parte de la URSS tras la derrota nazi en 1945. Una tierra repoblada por colonos rusos; devastada por la guerra y roída por la locura, pero encantada por los fantasmas de su pasado alemán; lugar de nacimiento de Buida y fuente inagotable de inspiración que lo ha llevado desarrollar un estilo único que combina una libérrima fantasía lúdica con una amarga visión de la vida.
Por las páginas de este libro de los prodigios y de historias entrecruzadas desfila un elenco de personajes imposibles: parias, genios, locos, monstruos, diosas, enamorados… A través de sus miradas, el lector compondrá la imagen esquiva del territorio dual, contradictorio y terriblemente humano que existe entre el Vístula y el Niemen, en el abrupto terreno de lo sublime, donde habitan lo bello y lo terrible, y donde la miseria es solo la otra cara del milagro.
«No conocía otra manera de comprender ese mundo que inventándolo. Un día supe que mi pueblo natal antaño no se llamaba Známensk, sino Wehlau. De ella quedaban vestigios, ecos del gótico: un tirador de hechura rebuscada, fragmentos de una inscripción en una fachada. A diferencia de un pulpo que, por mero instinto, ocupa una concha vacía, yo necesitaba tener al menos una vaga idea de la vida que había precedido a la mía y creado el espacio para mi existencia. (…) La capa de unos veinte o treinta años de vida rusa resbalaba sobre una base de setecientos años de profundidad de la cual yo no tenía ni la más remota idea. De modo que el niño se ponía a inventar reuniendo los restos de aquella vida que, gracias a la fuerza de su imaginación, componían un cuadro… Era la creación del mito.
(…) El pasado de mi patria chica es alemán, su presente, ruso, y su futuro, humano». Yuri Buida, La novia prusiana (prefacio).
EL AUTOR
Yuri Buida (Známensk, 1954) es uno de los más importantes escritores rusos contemporáneos. Nacido en la región de Kaliningrado —antiguo territorio de Prusia Oriental, ocupado por las tropas soviéticas en 1945—, Buida desciende de inmigrantes de origen ruso, polaco, bielorruso y ucraniano. Sus obras otorgan un enorme peso a cuestiones como la identidad, la pertenencia, la transitoriedad o los maltrechos vínculos con el pasado. Es el creador de un universo literario único donde los mitos fantásticos conviven con las realidades más trágicas y universales. Del mismo autor, Automática ha publicado El tren cero (2013) y Helada sangre azul (2015). La novia prusiana es su obra más reconocida y por la que el autor fue merecedor del prestigioso premio Apollon Grigoriev.
«Seguir fiel al cauce de la literatura clásica rusa y a la vez ser un escritor absolutamente actual representa un reto nada sencillo. (…) Entonces, ¿qué es lo que lo convierte en un escritor único? A mi parecer, la primordial y rara cualidad de ampliar las fronteras de lo visible, de contar de nuevo aquello que se considera de sobra conocido, y de tal suerte que el lector, tras entrar en el texto, sienta refrescada la vista, aumentada la percepción del mundo que le rodea». Liudmila Ulítskaya (nota introductoria en la edición española de La novia prusiana)