A muchos el nombre Charles Michael Palahniuk no les dirá mucho, pero si hacemos referencia a la que fue su primera novela “El club de la lucha”, ya sí que nos sonará aunque sea por la gran adaptación al cine que hizo de ella David Fincher. A pesar de ser conocido concretamente por esta su primera novela, lleva en su haber más de veinte libros publicados, todos con un sello muy personal plagados de humor ácido y corrosivo que nos traslada historias transgresoras, a veces incómodas, y es que con Chuck solo hay una cosa segura, no deja a nadie indiferente. Es un escritor al que odias o veneras.
A pesar del éxito de la adaptación de la mano de Fincher, no ha tenido suerte con el resto de novelas que se han intentado trasladar a la pantalla, solo se consiguió adaptar otra de sus obras, la titulada “Asfixia”, una película fallida que pasó sin pena ni gloria. El resto de intentos por adaptar sus libros quedaron en eso, intentos, y creo recordar que se ha rodado algún cortometraje basado en alguno más.
Con “El día del ajuste” Palahniuk vuelve a beber de las fuentes que inspiraron su obra más emblemática. Tanto que podría considerarse una hermana pequeña de “El club…”. Aquí el autor vuelve al inconformismo de una parte de la sociedad compuesta por jóvenes entre veinte y cuarenta años que son conscientes de como su futuro y sueño de éxito se ven eclipsados por la falta de oportunidades en un mundo corrupto, oculto tras una pátina de igualdad y empoderamiento racial y de género, que los desplaza a un lado.
El autor vuelve a hacernos conscientes del nihilismo y hastío al que se abandona la mayoría de la sociedad hoy día, centrándose en unos Estados Unidos que actualmente nos parece más una parodia que una superpotencia. Como él mismo plasmó en una entrevista en la que confesaba que se le ocurrió la idea de esta novela estando en Madrid, y al ver las noticias de lo que ocurría en su patria desde el exterior, le pareció que sus compatriotas era unos tarados totales. Con esa idea aun muy vigente de la supremacía racial, en la que algunos individuos piden espacios para poder desarrollar su identidad. Y es precisamente esto lo que se plantea en “El día del ajuste”, donde la idea de acabar con el Establishment va germinando a través de pequeños focos con la ayuda de el libro de Talbott, una suerte de Libro rojo de Mao o el Mein Kampf, hasta conseguir dividir los antiguos estados unidos en tres zonas independientes, donde poder vivir cada cual según tu raza o condición sexual. Y es que después de haber visto el intento de toma del Capitolio, no nos queda más remedio que reconocer el poder premonitorio de este peculiar escritor, no pareciendo tan descabellada esta distopía que plantea.
A través de un reparto coral, Chuck nos va narrando los distintos puntos de vista de los personajes en los roles que les toca vivir, tanto de víctimas como de ejecutores del nuevo orden social. Intercalando distinta trama temporal en la que vemos cómo se va fraguando y cuales son los artífices y detonantes que impulsan esta transformación, trayéndonos más de una vez a nuestra memoria al club donde Tyler Durden repartía y recibía estopa.
El libro no está dividido en capítulos, pero al ir saltando de una línea argumental a otra no resulta pesado, sino muy entretenido. Este es uno de esos libros que te hacen pensar, y aunque el autor se dedica a hacer una crítica muy mordaz y parodiar ridiculizando las ideas más radicales de sus compatriotas, llegas a la conclusión de que no hace falta atravesar el océano para encontrar pensamiento similares.