«No se le había ocurrido todavía que quienes consienten en compartir el pan de la adversidad pueden querer todo el pastel de la prosperidad para ellos solos» Edith Wharton
Nick Lansing y Susy Branch son jóvenes, atractivos, brillantes: pagan «buenas cenas solo con buenos modales». Nick malvive de un menguante patrimonio familiar y de escribir artículos para una enciclopedia. Susy lleva desde los diecisiete años viviendo de prestado en las múltiples casas de sus amigas millonarias. Ninguno de los dos tiene un centavo pero están enamorados y deciden casarse, con la condición de que se separarán amistosamente si en un futuro alguno de ellos encuentra «un partido mejor». No tardan, sin embargo, en surgir conflictos de «sensibilidad moral»: ¿Se puede ser un parásito de una manera más lícita que otra? ¿Hay límites? ¿La moralidad puede ser sinónimo de arrogancia?
Edith Wharton nació en Nueva York en 1862, en el seno de una rica familia del mundo financiero. Es autora de, entre otras, La casa de la alegría (1905), Ethan Frome (1911), El arrecife (1912), Las costumbres nacionales (1913), La edad de la inocencia (1920), por la que recibió el premio Pulitzer, Los reflejos de la luna (1922, de la que Allan Dwan hizo en 1923 una adaptación cinematográfica, hoy perdida, en cuyo guión participó Francis Scott Fitzgerald) y Los niños (1928). Murió en 1937.