Toda buena historia merece un buen final. Algunos autores consideran que los finales de los libros son lo de menos, sin embargo hay libros muy interesantes que echan a perder buena parte de la historia con un mal final.
Terminar suele ser una obligación; terminar bien, un difícil arte
2. Rebelión en la granja – George Orwell
Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro.