Segunda novela de la autora, tras haber publicado además un libro de relatos y varios poemarios, así como colaboraciones en antologías. Esta es una narración de fuerte realismo. Los seis personajes son absolutamente cotidianos, el lenguaje usado por cada uno es totalmente real. Cada uno narra su parte como si escribiera un diario, o más bien como si el lector se introdujera en sus cerebros y leyera sus pensamientos más íntimos, en su lenguaje más peculiar.
La autora conoce perfectamente el mundo de la enseñanza, espacio en el que se sitúa principalmente la narración. Obviamente también conoce el mundo doméstico, cotidiano, y los problemas que se generan en los matrimonios y las incidencias de ellos en las familias. Y la novela versa sobre las relaciones entre todos ellos: profesores, alumnos, cónyuges, hijos y padres.
La trama la va hilando el lector poco a poco, leyendo lo que cada uno de los personajes va contando, si bien el eje principal se sitúa en Coral, una adolescente muy problemática cuyo carácter es volcánico, en plena ebullición de ideas, sentimientos, sensaciones, deseos y represiones. Coral es explosiva: tanto en la relación con sus compañeros de clase (secundaria) como con sus padres, y también con algunos profesores.
Pero aunque la historia gira alrededor de Coral, hay varias tramas alternativas que poco a poco se verán entrelazadas: las relaciones de los padres de esta chica, tanto entre sí como de uno en uno. Otra trama la constituye la relación con los profesores: con Benjamin, Javier y Montse. La narración de Benjamin nos sirve para conocer los antecedentes, ya que pertenece al pasado inmediato. Las narraciones de Javier y de Montse relatan de modo indirecto su trato con Coral, ya que se centran en las relaciones entre ambos.
Tanto Mar (madre de Coral) como su padre, Víctor, van informando al lector de sus vidas previas hasta llegar a la acción inmediata, y así sabemos que hay un pasado soterrado y oculto, un pasado que va a surgir de modo sorprendente en las páginas finales, apenas intuidas por el lector a lo largo de la narración total.
En suma, una historia de amor y desamor, deseo y represión, placer y dolor, una historia absolutamente vital y real, que a muchos lectores les parecerá casi cotidiana o no les resultará desconocida o extraña, ya que los personajes podrían ser perfectamente algunos de los que vemos en las redes sociales o en televisión, o de los que hemos oído hablar referidos a terceros. Contada en un lenguaje adecuado a la edad y posición de cada uno de los protagonistas, incluyendo la jerga adolescente actual. La psicología de cada personaje está muy bien captada y expresada. Es una novela que atrapa y se lee de un tirón.
FUENSANTA NIÑIROLA