Un clásico de la novela negra norteamericana« El lirismo sentimental de la prosa de Goodis esconde una visión cruel de la vida.» Geoffrey O’Brien «Nadie ha escrito sobre la desesperación como lo hizo Goodis.» Time Out |
La luz de la luna ilumina cada noche las manchas de sangre seca esparcidas en un callejón que da a la calle Vernon. El estibador William Kerrigan soñaba otra vida para su hermana Catherine, un alma bondadosa que se suicidó en el callejón. Obsesionado con su muerte, Kerrigan recorrerá los muelles y las malas calles de Filadelfia en busca de un culpable. Durante sus pesquisas se enamorará perdidamente de Loretta Channing, una misteriosa y adinerada joven de turismo en los bajos fondos. Ella podría ser su pasaporte a una vida mejor, pero marcharse implicaría olvidarse de la muerte de su hermana. |
Daba igual dónde se escondieran las más débiles, nunca podrían escapar de la luna de la calle Vernon, que las atrapaba y las condenaba. Tarde o temprano, acabarían mutiladas, maltrechas y aplastadas. Aprenderían por las malas que la calle Vernon no era un buen lugar para cuerpos delicados ni almas tímidas. Eran presas, nada más, destinadas a las fauces de ese tragón que siempre tenía hambre, el arroyo de la calle Vernon. |