Fiel al dicho de Kazantzakis según el cual «el buen viajero crea el país por el que viaja», María Belmonte concibe y recrea Macedonia, en el norte de Grecia, que de su mano se nos va revelando como una tierra melancólica y misteriosa, tan exuberante, sin embargo, como la Grecia solar, y llena de rincones capaces de deparar momentos de auténtica exultación. Un paisaje de frontera que para la autora no son sólo líneas divisorias, sino también fascinantes zonas donde confluyen realidades diversas, ya sean materiales o espirituales. El resultado es un relato extraordinario, a caballo entre la historia, los viajes, la antropología y la literatura, urdido a fuerza de convocar imágenes, recuerdos, lecturas, leyendas y personajes, para hacer justicia a la riqueza de una región que ha sido y sigue siendo, ni más ni menos, el punto de encuentro de dos mundos, Oriente y Occidente.
«El sonido del agua era la música de la civilización para los romanos, y si los griegos la habían venerado y considerado un elemento misterioso y huidizo, los romanos, guiados por su espíritu práctico y su destreza técnica, hicieron todo lo
posible por comprenderlo y dominarlo. «Son las aguas las que hacen la ciudad», escribió Plinio el Viejo en su Historia natural, pero también eran las que otorgaban poder y prestigio a través de su control».
María Belmonte Barrenechea estudió Historia en la Universidad de Deusto y Antropología en la Autónoma de Barcelona. En 1995 se doctoró en el Departamento de Antropología Social de la Universidad del País Vasco (San Sebastián) con una tesis sobre Historia de las Religiones. Ejerce profesionalmente como traductora técnico-literaria. Ha publicado en Acantilado Peregrinos de la belleza. Viajeros por Italia y Grecia (2015), Los senderos del mar. Un viaje a pie (2017) y En tierra de Dioniso. Vagabundeos por el norte de Grecia (2021). |