“Si una persona es `puro amor´ no debe dejar que nada ni nadie lo cambie”
Por: Daniel Salas.
De la delincuencia a la magia y de la magia a la literatura. Esos son algunos de los pasos, o saltos, que ha dado José M. Peinado Pereira, autor de la novela “Hijo de la luna” (ExLibric, 2023), para convertirse en un enamorado de la vida.
Quien hoy descubra a este escritor seguramente no imaginaría que hace un tiempo su rutina era delinquir y la puesta en riesgo de su propia existencia.
Pregunta: ¿Cómo fue el proceso de la delincuencia a la literatura?
Respuesta: Ya hace muchos años que fui consciente que me pasaban cosas que normalmente al ser humano cotidiano no le suelen ocurrir; de modo que vi algo especial en ello, así que me tomé a modo personal escribir un libro contando algunas de mis extrañas vivencias. Un día me desperté a las 4 de la madrugada con la idea más clara del mundo; ese era el momento y me puse manos a la obra.
P: ¿Primero fue la magia? Cuenta un poco esa iniciación.
R: Primero fue la delincuencia, luego la magia y más tarde la literatura. La iniciación a la magia fue después de una experiencia cercana a la muerte. Cuando aún estaba en la vida oscura de la delincuencia tuve una pelea donde me dispararon al pecho y la pistola se encasquilló. Dos meses más tarde conocería a una mujer que se dedicaba a la brujería. Estaba sentado en un banco y la mujer me miraba con mucha insistencia, al final se acercó a mí. Sus primeras palabras fueron: “Tú deberías haber muerto este año”. Después de una larga charla me propuso una iniciación en el mundo oculto.
P: ¿En qué momento decides escribir “Hijo de la luna”?
R: Decido escribir ” Hijo de la luna” en el momento que considero que mis experiencias y lo que escribo en el libro pueden abrir los ojos a muchas personas, ayudarlas de un modo diferente.
P: He leído que vienes del infierno. ¿Te consideras un escritor maldito?
R: Cuando digo que vengo del infierno me refiero a las difíciles batallas que he enfrentado en la vida. A lo de si me considero un escritor maldito creo que todo lo contrario.
P: ¿Qué sientes cuando vuelves a leer “Hijo de la luna” y revives momentos difíciles?
R: Siento que mi vida ha sido toda una aventura; también siento que soy una persona dura y que por más que caiga siempre me levanto. También recuerdo que el sufrimiento es mi mayor enemigo, pero a la vez mi mayor aliado.
P: ¿Te han redescubierto personas de tu mundo anterior?
R: De mi mundo anterior no tengo contacto con nadie, tampoco lo necesito y mucho menos lo deseo; forman parte de mi pasado y mi aprendizaje y eso es todo.
P: ¿Con tu literatura se identificarán personas que estén encerradas en sus propios dilemas?
R: Yo creo que sí, aún que no sea de igual manera o desde otra perspectiva. Lo importante que deja “Hijo de la luna” es que la vida también sorprende para bien y, que, si estás atento a las señales, tu vida puede cambiar de la noche a la mañana.
P: ¿El mundo es demasiado hostil para mantener la sensibilidad?
R: Sí, desde luego que sí, pero si una persona es puro amor no debe dejar que nada ni nadie lo cambie; lo importante es lo que hagamos nosotros mismos y no los demás.
P: ¿Para qué escribes?
R: Para dar consciencia, para ayudar con mi ejemplo; me interesa hacer ver que es decisión nuestra lo que hacemos con nuestra vida y como la vivimos.
P: ¿Qué libros te acompañan?
R: Me acompañan libros de todo tipo, el aprender no ocupa lugar y puedo leer sobre magia como de bolsa. De los escritores de ficción actuales me gustan Antonio Moresco, Edgar Borges y Sara Mesa.