La escritora danesa Olga Ravn publica en Anagrama su segunda novela, Los empleados, una obra inquietante con un formato innovador. Escribir ciencia-ficción con una estructura epistolar y que sea capaz de abarcar temas profundos y humanos es muy complicado y la joven autora danesa es capaz de hacerlo con una nota muy alta.
Cerca del planeta Reciente Descubrimiento está orbitando la nave seis mil, a bordo de la cual trabajan y viven tanto humanos como sintéticos, llamados fabricados, ambos prácticamente indistinguibles. La llegada a la nave de «objetos» recogidos en el planeta empieza a cambiar el status quo de todos los pasajeros. Los «objetos» inquietantes gozan de vida pero diferente de la que conocemos, los que interactúan con ellos adquieren ciertas percepciones sensitivas que les conectan con su pasado. Obviamente, los humanos se sumen en la nostalgia de la Tierra, pero los fabricados experimentan unos sentimientos desconocidos.
Bajo el formato de una serie de entrevistas de las cuales solo tenemos las respuestas, todos los pasajeros de la nave seis mil irán desentrañando bajo su mirada los sucesos acaecidos desde la llegada de los «objetos» hasta el final de la crisis en que se sumen.
Inquietante, turbadora y con un amplio margen para que el lector cree e imagine los huecos no narrados, esta pequeña obra es capaz de sumir a quien se asome a ella en una serie de meditaciones casi semejantes a los de los protagonistas. Sin duda el género ayuda, dado que es casi imposible plantearse diversas preguntas si no tenemos el trasunto de la ciencia ficción como excusa.
Otro de sus grandes logros es no caer en ningún tópico del género y ser capaz de evocar a sus mejores exponentes como Solaris de Lem o 2001 de Clarke.
Con todo esto ¿quién no quiere darse un paseo alrededor de Reciente Descubrimiento?