En el hemisferio norte el frío y la nieve ya están siendo incipientes. Por eso te recomendamos estos 6 libros para entrar en ambiente leyendo sobre el invierno al lado de una cálida chimenea.
País de Nieve, de Yasunari Kawabata
Shimamura regresa al País de nieve atraído por la belleza de la estación y el tradicional estilo de vida. Pero vuelve especialmente por Komako, una joven aprendiz de geisha que conoció en un viaje anterior
Los Muertos de James Joyce
Los muertos, relato incluido en Dublineses. James Joyce. Alianza. James Joyce (1882-1941) muestra en los quince cuentos que integran la obra una sensibilidad y penetración difícilmente igualables a la hora de captar la naturaleza humana en sus distintas edades y condiciones, así como en el laberinto de las relaciones personales y sociales.
Colmillo blanco de Jack London
Ambientada en la vida agreste y salvaje de una frontera que trasciende su mero carácter físico para convertirse en una encarnación del conflicto entre la naturaleza y el ser humano alienado de ella, «Colmillo Blanco» es una de las obras más célebres de Jack London (1872-1916). Reverso casi simétrico de «La llamada de la naturaleza» -publicada también en esta colección-, en la historia del perro salvaje que, significativamente, se degrada en su contacto con el hombre, hallamos en efecto, matizadas por la belleza de los grandes escenarios naturales y una remota esperanza de redención, las inquietudes que rigen toda la obra del autor estadounidense: el choque entre civilización y naturaleza, la perpetua pugna entre el bien y el mal, la supervivencia del más fuerte, el determinismo genético, la selección natural.
La tormenta de nieve, de Leon Tólstoi
En un momento de notable crisis espiritual, Tolstói, basándose en la experiencia real de un viaje que emprendiera dos años antes, escribe La tormenta de nieve (1856). Con una muy fuerte carga metafísica, nos describe, al amparo de las condiciones externas, un sueño y la presencia de la muerte, el punto de inflexión entre el conformismo y el coraje. Memorable y entrañablemente poética, esta narración a medio camino entre la alegoría y el diario nos habla de la toma de conciencia de uno mismo y de sus retos.
La tormenta de nieve. Leon Tólstoi. Acantilado
Nieve de Orhan Pamuk
En pleno invierno, un poeta y periodista regresa a su ciudad natal, la remota Kars, en la frontera de Turquía, después de largos años de exilio político en Europa occidental. La ciudad que encuentra es un lugar conflictivo: hay una ola de suicidios de chicas a las que se les ha prohibido llevar la cabeza cubierta en la escuela, los islamistas van a ganar las elecciones locales, y el jefe de los servicios de inteligencia es de una eficiencia brutal.
Ethan Frome de Edith Warton
Un empleado de una compañía eléctrica ha sido enviado a estudiar la zona de un pequeño pueblo de Massachussets. Allí será cobijado, en una noche de tormenta, por Ethan Frome que a lo largo de la velada le explicará cómo casado con Zeena, una mujer huraña y enferma, se enamoró de Mattie, la prima de Zeena que se alojó en su casa para cuidar de ella y que le correspondió en su amor.
Doctor Zhivago, de Borís Pasternak
Yuri Andréyevich jamás podría olvidar la primera vez que vio a Larisa Fiódorovna en la habitación de aquel hotel decadente. Allí, sumido en la penumbra, el joven Zhivago se sintió devastado por una fuerza ignota que oprimió su corazón. La visión de aquella joven atormentada marcaría su destino, presagio de un futuro preñado de extraños y sugerentes encuentros entre ambos que desembocarían en una relación tempestuosa, protagonistas de un amor imposible, trágico y apasionado en el marco de una Rusia desgarrada violentamente por la Revolución de 1917 y el advenimiento de un nuevo orden
Doctor Zhivago. Borís Pasternak. Galaxia Gutenberg.
Aurora boreal de Åsa Larsson
El cuerpo de Viktor Strandgård, el predicador más famoso de Suecia, yace mutilado en una remota iglesia en Kiruna, una ciudad del norte sumergida en la eterna noche polar. La hermana de la víctima ha encontrado el cadáver, y la sombra de la sospecha se cierne sobre ella.
Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino
«La empresa de tratar de escribir novelas “apócrifas”, que me imagino escritas por un autor que no soy yo y que no existe, la llevé a sus últimas consecuencias en este libro. Es una novela sobre el placer de leer novelas; el protagonista es el lector, que empieza diez veces a leer un libro que por vicisitudes ajenas a su voluntad no consigue acabar. Tuve que escribir, pues, el inicio de diez novelas de autores imaginarios, todos en cierto modo distintos de mí y distintos entre sí: una novela toda sospechas y sensaciones confusas; una toda sensaciones corpóreas y sanguíneas; una introspectiva y simbólica; una revolucionaria existencial; una cínico-brutal; una de manías obsesivas; una lógica y geométrica; una erótico-perversa; una telúrico-primordial; una apocalíptica alegórica. Más que identificarme con el autor de cada una de las diez novelas, traté de identificarme con el lector…»
Una semana en la nieve de Carrére, Emmanuel
Nicolás, un niño de ocho años, viaja con su padre con la intención de reunirse con su compañeros de clase y disfrutar de una bucólica semana en la nieve. Así empieza esta historia que relata, con estremecedora precisión, los temores y dudas de la infancia. El paisaje nevado, el frío, la relación del niño con su nuevo amigo, el temible Hodkann, y con el joven Patrick, su monitor de esquí, constituyen un gran cambio para Nicolás, sobre todo cuando les llega la noticia de que un niño ha sido asesinado en un pueblo vecino.