¿Has simulado haber leído algún libro? Estos son los 20 más fingidos
El equipo de Book Riotquiso descubrir cuáles son los libros sobre los que más mentimos, esos libros de los que nos vanagloriamos sin tener ni siquiera la intención de abrir su primera página. Para ello, hicieron una encuesta entre sus lectores (que contestaron 828 personas). Los resultados arrojaron una lista de 20 libros en el top del engaño. De entre ellos, como era de esperar, una amplia mayoría de obras canónicas de la literatura y solo tres títulos contemporáneos: ‘La broma infinita’ , y ’50 sombras de Grey’ y ’Harry Potter’, dos sagas de moda.
1.- Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
«Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa ». Nueva traducción ilustrada de la novela de Jane Austen. Este comienzo, que, junto con el de Ana Karénina, es quizás uno de los más famosos de la historia de la literatura, nos introduce sabiamente en el mundo de Ja ne Austen y de su novela más emblemática. Orgullo y prejuicio, publicada en 1813 tras el éxito de Juicio y sentimiento, reúne de forma ejemplar sus temas recurrentes y su visión inimitable en la historia de las cinco hijas de la señora Bennett, que no tiene otro objetivo en su vida que conseguir una buena boda para todas ellas.
2.- Ulises, de James Joyce.
La obra cumbre de las letras contemporáneas -el recorrido de Leopold Bloom y Stephen Dedalus, por un Dublín ya mítico- presentada en dos accesibles volúmenes. Una experiencia límite del lenguaje.
3.- Moby Dick, de Herman Melville
Clásico entre los clásicos, intensa, desmesurada, erudita, fascinante, polifónica… Pocas obras podrían reunir más méritos que Moby Dick –por su carácter titánico, aglutinante y fundacional– para aspirar al ansiado trono de «la gran novela americana». Un libro que, como el propio leviatán que atraviesa sus páginas, es monstruoso, intempestivo y sublime. «Llamadme Ismael», el célebre íncipit de la obra maestra de Melville, actúa ya como un hechizo, y la lectura se sucede como una fiebre. Junto a Ismael y el arponero Queequeg, el lector entra a formar parte de la tripulación del Pequod y se ve lanzado a una búsqueda demoníaca e insomne hasta los confines del mundo, una búsqueda que es a la vez aventura y maldición, y cuyos polos son Ahab y Moby Dick —la Ballena Blanca—, dos figuras magnéticas, poderosas, complementarias. Por un lado, el sombrío capitán mutilado, con el alma desgarrada por la sed de venganza, a quien no le importa empujar a sus hombres a una caza encarnizada, infatigable, obsesiva, aunque el precio a pagar sea el más alto; y por el otro, Moby Dick, ese cachalote espectral, escurridizo e invencible, un recipiente alegórico de todas las maldades en el que Ahab y el resto de marineros del Pequod vierten tantos miedos y odios.
4.- Guerra y paz, de León Tolstói.
Guerra y paz es un clásico de la literatura universal. Tolstói es, con Dostoievski, el autor más grande que ha dado la literatura rusa. Guerra y paz se ha traducido pocas veces al español y la edición que presentamos es la mejor traducida y mejor anotada. Reeditamos aquí en un formato más grande y legible la traducción de Lydia Kúper, la única traducción auténtica y fiable del ruso que existe en el mercado español. La traducción de Laín Entralgo se publicó hace más de treinta años y presenta deficiencias de traducción. La traducción de Mondadori se hizo en base a una edición de Guerra y paz publicada hace unos años para revender la novela, pero es una edición que no se hizo a partir del texto canónico, incluso tiene otro final. La edición de Mario Muchnik contiene unos anexos con un índice de todos los personajes que aparecen en la novela, un índice que desglosa el contenido de cada capítulo y otro apéndice con la traducción de todos los fragmentos que en el original aparecen en francés.
5.- La Biblia.
Los traductores de esta obra, que temen y aman al Autor Divino de las Santas Escrituras, sienten hacia Él la responsabilidad especial de transmitir Sus pensamientos y declaraciones con la mayor exactitud posible. También se sienten responsables ante los lectores anhelantes de conocimiento que dependen de una traducción de la Palabra inspirada del Dios Altísimo para su salvación eterna.
6.- 1984, de George Orwell
En el año 1984 Londres es una ciudad lugubre en la que la Policia del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peon de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la version oficial de los hechos… hasta que decid e replantearse la verdad del sistema que los gobierna y somete.Desde El proceso de Kafka ninguna obra fantastica ha alcanzado el horror logico de 1984. Arthur Koestler
7.- El señor de los anillos (Trilogía), de J. R. R. Tolkien.
El Señor de los Anillos es una obra ambientada en la Tercera Edad de La Tierra Media, mundo inventado por JRR Tolkien. Narra una gran aventura: el viaje emprendido por 9 compañeros para destruir un Anillo lleno de poder maléfico. Su argumento es complejo y se narra con la participación de varios protagonistas que se mueven en varios hilos narrativos. Es una obra coral en la que destacan unos pocos protagonistas (Frodo, Sam, Gandalf y Aragorn).
Se puede decir que el libro contiene dos historias que confluyen y se mezclan, la primera es la de los Hobbits, en la que veremos a estos pequeños (afables, amantes de la vida sencilla y tranquila) emprender un viaje peligroso que los cambiará para siempre. Y la segunda es la de Aragorn, el misterioso montaraz, heredero al más alto trono de los hombres.
Es un novela extensa en la que la aventura y la lucha del bien contra el mal, las descripciones de los paisajes y protagonistas, nos llevarán de la mano para que entremos y conozcamos un nuevo mundo.
8.- El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald.
Esta es la historia del millonario hecho a sí mismo, Jay Gatsby, a quien sólo le mueve una obsesión: recuperar un amor de juventud. Pero Daisy es hoy una muchacha que forma parte de una sociedad frívola y aburrida de sí misma, una criatura encantadora y también dañina. Un magnífico retrato de heroicidad en un mundo decadente
9.- Ana Karenina, de León Tolstói.
Aparecida en su versión definitiva en 1877, Ana Karenina es la obra más ambiciosa y de mayor trascendencia del escritor ruso, una novela de corte realista y psicológico que describe con enorme agudeza la sociedad rusa de la época a la vez que plantea una feroz crítica hacia la aristocracia en declive, su falta de valores y la cruel hipocresía imperante. La profunda crisis moral de Tolstói en la época en la que concibió la novela le llevó a construir esta estremecedora historia de adulterio en la que la protagonista principal, Ana Karenina, se ve abocada a un trágico final como resultado de un conflicto—psicológico y social—que va in crescendo desde la primera página. La culpa, la redención, la búsqueda del bien y la caída en el pecado, el rechazo social y el trastorno interno que dicho rechazo provoca en quien lo padece…Todos estos temas aparecen magistralmente engarzados en Ana Karenina, una obra clave de la literatura universal cuya lectura sigue siendo imprescindible.
10.- El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.
Las peripecias del adolescente Holden Cauldfiel en una Nueva York que se recupera de la guerra influyeron en sucesivas generaciones de todo el mundo. En su confesión sincera y sin tapujos, muy lejos de la visión almibarada de la adolescencia que imperó hasta entonces, Holden nos desvela la realidad de un muchacho enfrentado al fracaso escolar, a las rígidas normas de una familia tradicional, a la experiencia de la sexualidad más allá del mero deseo.
11.- La broma infinita, de David Foster Wallace
Resulta curioso que una novela, entre otras cosas, sobre la adicción y el colapso de la cultura del ocio desanime a tantísimas personas. Su más de mil páginas, cientos de ellas son notas al pie, lo convierten en uno de los libros posmodernos clave en la historia de la literatura, pero también provocan que muchos crean que su malogrado autor, que se acabaría suicidando, había escrito, efectivamente, una especie de broma infinita sin gracia. Los lectores actuales trazan una línea en el suelo y separan dos bandos: la aman o la odian.
12.- Trampa 22, de Joseph Heller.
La acción se desarrolla durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial y se centra en una escuadrilla de bombarderos estadounidense. El coronel Cathcart, jefe de la escuadrilla, quiere ser ascendido a general. Y no encuentra mejor manera que enviar a sus hombres a realizar las misiones más peligrosas. Con una lógica siniestra, Yossarian, un piloto subordinado de Cathcart que intenta ser eximido del servicio alegando enfermedad mental, recibe por respuesta que sólo los locos aceptan misiones aéreas y que su disgusto demuestra que está sano y que, por tanto, es apto para volar. La evolución psicológica de Yossarian refleja la aguda crítica que hace Joseph Heller de un patriotismo mal entendido, el cual exige sacrificios inadmisibles.Trampa 22, que se convirtió en el libro de cabecera del movimiento pacifista de los años sesenta, constituye un modelo de humor negro y absurdo en la literatura estadounidense. Fue llevada a la gran pantalla en 1970, bajo la dirección de Mike Nichols, con Orson Welles y Anthony Perkins en los papeles protagonistas. Esta novela no es sólo la mejor novela americana sobre la Segunda Guerra Mundial, sino la mejor novela americana que ha aparecido en muchos años.
13.- Matar a un ruiseñor, de Harper Lee.
Jean Louise Finch evoca una época de su infancia en Alabama (EE UU), cuando su padre, Atticus, decidió defender ante los tribunales a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca. Matar a un ruiseñor muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales. Y con un sistema judicial sin apenas garantías para la población negra.
Un auténtico clásico de la literatura estadounidense del siglo XX que ha cautivado a millones de lectores.
Obtuvo el Premio Pullitzer en 1961.
14.- Cincuenta sombras de Grey – by E.L. James
Cuando la estudiante de Literatura Anastasia Steele recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Christian Grey, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante. La inexperta e inocente Ana intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea. Cuando la pa reja por fin inicia una apasionada relación, Ana se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Grey, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos..”Cincuenta sombras: la exitosa combinación de historia romántica y juego erótico de alto voltaje que ha tocado la fibra de muchas mujeres.”Daily News Cincuenta sombras de Grey es la primera parte de la trilogía Cincuenta sombras, que continúa con Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas. Ahora también te puedes llevar la trilogía completa con el pack Cincuenta sombras de Grey.
15.- Jane Eyre, de Charlotte Brontë.
De Jane Eyre (1847), ciertamente una de las novelas más famosas de estos dos últimos siglos, solemos conservar la imagen ultrarromántica de una azarosa historia de amor entre una institutriz pobre y su rico e imponente patrón, todo en el marco truculento de una fantasmagoría gótica. Y olvidamos que, antes y después de la relación central con el volcánico señor Rochester, la heroína tiene otras relaciones, otras historias: episodios escalofriantes de una infancia tan maltratada como rebelde, años de enfermedad y aprendizaje en un tétrico internado, inesperados golpes de fortuna, e incluso remansos de paz familiar y nuevas -aunque engañosas- proposiciones de matrimonio. Olvidamos, en fin, que la novela es todo un libro de la vida, una confesión certera de un completo itinerario espiritual, y una exhaustiva ilustración de la lucha entre conciencia y sentimiento, entre principios y deseos, entre legitimidad y carácter, de una mujer que es la «llama cautiva» entre los extremos que forman su naturaleza.
16. Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski.
Crimen y castigo (1866), considerada por la crítica como la primera obra maestra de Dostoievski, es un profundo análisis psicológico de su protagonista, el joven estudiante Raskolnikov, cuya firme creencia en que los fines humanitarios justifican la maldad le conduce al asesinato de un usurero petersburgués. Pero, desde que comete el crimen, la culpabilidad será una pesadilla constante con la que el estudiante será incapaz de convivir. El estilo enfebrecido y compasivo de Dostoievski sigue con maestría única los recovecos de las contradictorias emociones del estudiante y refleja la lucha extrema que libra con su conciencia mientras deambula por las calles de San Petersburgo. Ya en prisión, Raskolnikov se da cuenta de que la felicidad no puede ser alcanzada siguiendo un plan establecido a priori por la razón: ha de ganarse con sufrimiento.
17.- Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. 219 puntos
La poderosa y hosca figura de Heathcliff domina Cumbres Borrascosas, novela apasionada y tempestuosa cuya sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores d esesperados que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más singulares y atractivas de todos los tiempos.
18. Grandes esperanzas de Charles Dickens
Grandes esperanzas es uno de los títulos más célebres del gran autor inglés. Publicado originalmente en 1860, narra la historia de Pip, un joven huérfano y miedoso, cuyo humilde destino se ve agraciado por un benefactor inesperado que cambiará el sino de su vida y hará de él un caballero. Una maravillosa novela de aprendiza je y una magistral galería de protagonistas que trazan un acabado retrato de época, al mismo tiempo que una honda reflexión sobre las constantes de la condición humana. La realidad de la vida cotidiana en Inglaterra y la fantasía se dan la mano, mostrándonos un mundo extraordinariamente humano y detallista y una peculiar psicología de los personajes…
19.- Harry Potter y la piedra filosofal (Harry Potter 1 ) de J. K. Rowling.
Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería. A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos… aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un verdadero mago!
20.- Historia de dos ciudades – Charles Dickens
Charles Dickens es sin duda el más famoso novelista victoriano, y probablemente el que más ha contribuido a crear una imagen de la época incluso en quienes no lo han leído. El escritor mantuvo una postura crítica ante las instituciones más representativas del victorianismo, desde el Parlamento al sistema educativo, desde la s teorías económicas del utilitarismo al funcionamiento de la justicia, la administración, la sanidad pública y los asilos para indigentes. Dickens es, sobre todo, una de las mayores imaginaciones creadoras en lengua inglesa. Historia de dos ciudades es una de las novelas más conocidas de Dickens. La historia transcurre entre dos ciudades, Londres y París, durante la época de la Revolución Francesa. La indiferencia de Dickens por la política y su desprecio por los políticos alejan la novela de cualquier debate político o filosófico sobre la revolución. Sin embargo, al suprimir dichos debates en torno a los acontecimientos revolucionarios, Dickens otorga a las masas populares francesas un protagonismo, autonomía y actividad histórica que no tuvieron , presentando además la revolución como justo castigo a la aristocracia por los siglos de explotación y maltrato del pueblo.