1.- Elizabeth Bennet (‘Orgullo y prejuicio’)
A lo largo de una trama que discurre con gran ritmo y precisión, Jane Austen reúne una galería de personajes característicos de toda una época: la dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, las hermanas que se debaten con sus vaivenes sentimentales, el clérigo adulador que peca de oportunista… El estudio de caracteres y el análisis de las relaciones humanas basadas en la costumbre, elementos esenciales de la narrativa de la autora, alcanzan en Orgullo y prejuicio cotas de maestría insuperable. Pero de todos los personajes el más querido es el de Elizabeth Bennet
2.- Jane Eyre (‘Jane Eyre’)
Jane es una niña huérfana que se ha educado en un orfanato miserable. Sin embargo, pese a todas las adversidades que la vida ha dispuesto en su camino, su inteligencia y su afán por aprender consiguen apartarla del mundo de su gris infancia, y logra establecerse como institutriz. Mientras trata de cuidar y educar a la joven Adèle, Jane empezará a trabar una estrecha relación con Edward Rochester, el padre de la pupila. Pero el amor de Jane se verá enturbiado al descubrir que la mujer de Rochester, víctima de la locura, vive encerrada en una habitación de la casa. Una de las grandes novelas de todos los tiempos, Jane Eyre supuso en su época todo un fenómeno, además de un escándalo y una revolución
3.- Sherlock Holmes (‘Las aventuras de Sherlock Holmes’)
Sherlock Holmes es un detective privado de ficción creado en 1887 por el escritor británico Arthur Conan Doyle. Es un personaje inglés de finales del siglo XIX que destaca por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles.
4.- Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes
Don Quijote. Símbolo universal de la fantasía contrapuesta a la realidad, de las causas perdidas y la búsqueda del honor, el personaje de Cervantes es un arquetipo cultural en sí mismo
5.- Romeo y Julieta de William Shakespeare
Romeo y Julieta. La obra de Shakespeare, que ha visto infinidad de adaptaciones, es el símbolo de la injusticia social por encima de los sentimientos.
6.- Jean Valjean (Los Miserables de Victor Hugo)
Jean Valjean uno de los personajes icónicos de la literatura. El protagonista de Los miserables, otra obra adaptadísima a otros formatos, supone el triunfo de la bondad y la honradez por encima de la crueldad de los estamentos de poder. Su vida es una constante lucha de negros y blancos, con un conflicto moral tan poderoso que no puedes evitar vivir en tu propia piel los sufrimientos que lo aquejan.
7.- Alicia (Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll)
La Alicia de Lewis Carroll es otra creación que ha trascendido a lo literario, y que conocen incluso los que no han leído la obra que la vio nacer.
8.- El principito de Antoine de Saint-Exupèry
El Principito se ha convertido en icono de la bondad, la pureza y la búsqueda de la amistad.
9.- El Conde de Montecristo (Edmundo Dantés) Alejandro Dumas
LA injusticia y la desesperación han aclamado a Edmund Dantes como símbolo de la búsqueda de la justicia y la libertad.