Remedios Varo, pintora surrealista y republicana en el exilio: una vida de novela

Dos países, Francia y México; dos guerras, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, y dos impulsos: la necesidad de crear como artista y la necesidad de amar. La vida de Remedios Varo parece encontrarse siempre en medio de dos mundos. La mujer pelirroja vuelva a París es una biografía imaginaria, un relato en el que la historia se entrelaza con la ficción, pero que nos presenta hipótesis muy verosímiles, como la participación de la pintora en la resistencia francesa o su relación artística y amorosa con el también pintor Victor Brauer.

La pintora pelirroja vuelve a París no pretende abarcar toda la biografía de la artista, sino que se centra solo en su relación con París y en el tiempo en que vivió en la ciudad. Tras varios viajes en busca de las vanguardias, su estancia más prolongada se produce cuando llega allí huyendo de la Guerra Civil, luego tiene que volver a huir con la invasión nazi y se refugia en México, pero finalmente regresa a París, casi veinte años después. Es precisamente este misterioso viaje el punto de partida de la historia, un viaje que no se nos intenta explicar, pero para el que la autora nos ofrece alguna posible interpretación que conecta la trama con su primera estancia en la capital francesa y con su relación con el poeta surrealista Benjamin Péret.

Ara de Haro, profesora de Historia del Arte, ha dedicado buena parte de su carrera profesional a estudiar la relación entre arte y mujeres y a rescatar del olvido a importantes figuras femeninas, como las pintoras Artemisia Gentileschi y Lee Krasner, a las que ha dedicado sendas novelas. También en La mujer pelirroja vuelve a París están presentes estas inquietudes. En todo momento afloran las dificultades que Varo encontró para ser admitida y respetada como artista en el grupo surrealista al que perteneció. 

No es la primera vez que Ara de Haro se acerca a la figura de Varo. Ya le dedicó una biografía hace cuatro años, pero sentía que esta no captaba los matices y la densidad de la artista, de ahí su incursión en la novela. «Remedios Varo está en proceso de revalorizarse desde el punto de vista artístico. Tanto su vida como su obra merecen mayor difusión e interés», confiesa la autora.