¿Cómo creer en un futuro mejor cuando la vida asfixia toda esperanza?
Roma es cada vez más cara y asfixiante, por lo que la humilde familia de Gaia se muda a las afueras, a un hermoso pueblo cerca del lago Bracciano donde no es fácil pasar desapercibido: todo el mundo sabe quién eres, quiénes son tus padres y cuánto ganan. Antonia, la madre, a cargo de cuatro hijos y un marido paralítico tras un accidente en la obra, es una mujer honrada e incansable que enseña a Gaia, su única hija, a luchar por lo que es suyo, a no desfallecer jamás y a llevar la cabeza siempre bien alta. Gaia es la más lista de la familia, así que ha de estudiar sin desmayo, hacer una carrera, convertirse en alguien. Y ella, que no sabe montar en bicicleta, que nunca ha ido al cine, que no tiene televisor en casa, aprende a no quejarse, a leer libros, a defenderse, a saltar al lago sin miedo…, pero la violencia y la rabia, agazapadas como una serpiente, no dejan de crecer en su interior. Orgullosa y obstinada como su madre, Gaia lanza a ese mundo en el que no encaja una mirada negrísima, furibunda, porque ¿cómo creer en «un futuro mejor» cuando el lago ahoga toda esperanza?
Escrita con un estilo áspero, penetrante y poético, El agua del lago nunca es dulce,ganadora del Premio Campiello y finalista del Strega, es una memorable novela de iniciación que narra el lento y cruel descubrimiento del mundo en que vivimos, tan lleno de privilegios para unos pocos y de promesas falsas para la gran mayoría.
«Una voz luminosa y potente, como hace mucho tiempo que no escuchábamos. Para de verdad no perdérsela».
Corriere della Sera
«Es imposible no dejarse arrastrar por esta novela de una elegancia y una madurez fuera de lo común».
La Stampa
«En la misma línea que Silvia Avallone o Elena Ferrante, Giulia Caminito nos ofrece el retrato de una joven llena de rabia y, a pesar de todo, también de esperanza».
France Dimanche
GIULIA CAMINITO(Roma, 1988) es licenciada en Filosofía Política. En 2016 publicó La Grande A,que obtuvo el Premio Bagutta a la mejor ópera prima, el Premio Berto y el Premio Brancati en categoría joven. Su segunda novela, Un giorno verrà, se alzó con el Premio Fiesole en 2019. El agua del lago nunca es dulce, traducida a una veintena de lenguas, ganó el Premio Campiello y fue finalista del Premio Strega en 2021. |