El beso de los océanos, de Óscar Mijallo

El día 8 de agosto de 1519 partió una flota compuesta por cinco naos y 239 hombres del puerto de Sevilla. El portugués Fernando de Magallanes era el capitán de la expedición. Pretendían llegar a las Islas Molucas por occidente, evitando así las trabas que implicaba el tratado de Tordesillas. Lanzándose casi sin indícios en busca de un punto inexplorado de la Tierra, donde se unen los dos océanos. Después de tres años, el 6 de septiembre de 2022, arribaba al puerto de Sanlúcar lo que quedaba de la expedición. 18 hombres y una sola nao, la Victoria, cuyo capitán había sido nombrado el vasco Juan Sebastián Elcano después de la muerte de Magallanes en la batalla de Mactán. Aprovechando que en estos días se conmemoran los 500 años de la llegada de la expedición de la Primera Vuelta al Mundo no se me ocurre mejor forma de celebrarlo que leyendo “El beso de los océanos”.

Juan de Santander fue uno de esos 18 supervivientes de tan extraordinaria aventura, y es a quien Óscar Mijallo da voz como protagonista de esta crónica de la primera circunnavegación a la Tierra. Un chiquillo de apenas trece años que se mal gana la vida con lo que le sale, hasta que conoce a un misterioso caballero que puede hacer realidad su sueño de embarcar y vivir aventuras. Por designios de la suerte consigue ser uno de los grumetes que formaran parte de esta expedición, donde aprenderá mucho del liderazgo de Fernando de Magallanes y del carismático Juan Sebastián Elcano, así como del valiente Gonzalo Gómez de Espinosa. Seguiremos también las andanzas de la joven Aldara, muchacha por cuya accidental intervención Elcano y Juanillo consiguen enrolar, y que conocerá de primera mano la corrupción y el peligro que conlleva al verse inmiscuida en el mundo de los más poderosos.

A través de los ojos de Juanillo, seremos testigos de todo lo que aconteció durante este viaje que marcó un antes y un después en la historia. A la vez que se nos mostrará la lucha de poder entre Castilla y Portugal por dominar las rutas comerciales de las especias, por aquel entonces más valiosas que el oro.

Óscar Mijallo, aparte de ser corresponsal de guerra en activo de TVE y de estar presente en los principales y más peligrosos conflictos por todo el mundo, ha escrito con esta ya tres novelas. Y esa experiencia es palpable. A medida que avanzamos su lectura nos damos cuenta del arduo trabajo de investigación que ha realizado para ceñirse a la realidad y soportar gran responsabilidad a la hora de novelar un hecho histórico tan conocido y tan estudiado por los expertos. Un ejemplo, no tan nimio como puede parecer, lo encontramos en los vocablos y jerga tan enrevesados en cuanto a elementos como los distintos útiles y aparejos ligados al mundo de la navegación que aparecen en ella, cuando el peso de la narración transcurre en el medio; ya sin mencionar los hechos históricos que más de uno analizará con lupa. Pero sale del trance victorioso a la vez que logra crear una novela emocionante que no nos dará respiro durante toda su lectura. De forma amena y emocionante logra transmitir los hechos históricos que acontecieron en ese emblemático viaje en forma de novela de aventuras, a la vez que aprendemos todo lo acontecido durante la travesía de esta gran gesta. Logra que empaticemos al humanizar a estos hombres que ya han entrado en la categoría de leyenda, y veamos como eran realmente tanto en sus cualidades como en sus miserias.

El hilo argumental protagonizado por la joven Aldara resulta un gran acierto, dándonos un respiro y haciendo que la trama principal no sea tan intensa, dotando de gran agilidad a la narración, ya de por sí veloz por la rápida sucesión de escenas bien diferenciadas en las que se divide cada capítulo.

Una novela histórica donde se nos narra un hecho pionero solo comparable a la llegada del hombre a la Luna. Y que aquí nos llega de forma tan entretenida donde más de uno querrá seguir indagando y conocer el destino que aguardaba a Elcano en su segundo viaje, y cómo no, del destino emocionante que le aguarda al entrañable Juanillo.